Aviso dental de infarto

| Un dentista recibió el premio Nacional de Investigación Odontológica por un estudio que permite reconocer los riesgos de sufrir un infarto cuando el único síntoma es el dolor en la cara.

Ximena Aguiar

—¿Por qué duele la mandíbula o el cráneo cuando hay dolencias en el corazón?

—Cuando hay una isquemia, o menor irrigación sanguínea, el dolor se irradia desde el corazón a otras partes del cuerpo. Es un caso de dolor referido, o sea, que se manifiesta en una zona lejana al origen. Puede ser un dolor en el pecho o en el hombro y brazo izquierdos, que son los más conocidos, pero también puede ser en la mandíbula, del lado izquierdo o derecho, en la articulación, los dientes, la garganta, el oído, o dolores de cabeza. Lo que se llama dolor orofacial o cráneo-facial.

—¿Qué caso motivó la investigación?

—El de un paciente que presentaba este tipo de dolor y fue derivado al odontólogo por un error de diagnóstico, que en estos casos es muy común. Al consultar a un cardiólogo se vio que tenía una oclusión cardíaca (arteria obstruida) del 90%. Con el cuidado del corazón, el dolor facial desapareció.

—¿Cómo se diferencia este síntoma de un dolor en la misma zona pero de otro origen?

—Es una especie de presión, o ardor, que se manifiesta al hacer esfuerzo y se alivia en el reposo.

—¿Cuán extendida es la manifestación de este síntoma?

—El 38% de los pacientes que tienen isquemia presentan este síntoma, y de entre ellos un 15% no tiene ningún otro. Y los porcentajes se mantienen entre los que de hecho sufren infartos.

—¿Qué trascendencia otorga al descubrimiento?

—Ya se sabía que podía existir una relación, por aportes verbales, anecdóticos, y reportes de casos clínicos, pero no se le prestaba mayor atención, ni se sabía la frecuencia en que ocurría. Y de hecho moría y sigue muriendo gente en los consultorios odontológicos por fallas cardíacas.

Además, los pacientes que no presentan dolor de pecho tienen más probabilidades de morir, primero porque es más factible que sean mal diagnosticados o sean mandados a su casa sin atención, y luego tengan un infarto. Por otro lado, según se demostró en un estudio de 1989, los pacientes que no tienen dolor en el pecho cuando son atendidos tienen ocho veces más probabilidades de morir.

Como las estadísticas demuestran, muere mucha gente cada año de problemas en el corazón por falta de un diagnóstico temprano, por lo que es muy importante el diagnóstico precoz.

—¿La división en especialidades dificulta el diagnóstico?

—En general siempre el dolor referido en la cara, donde hay tantos músculos y huesos pequeños, es un desafío de diagnóstico. Más aun cuando el origen es cardíaco, porque se cruza el terreno del odontólogo y el del cardiólogo. Por eso la cooperación fue muy importante para realizar la investigación, que empezó en la Facultad de Odontología de la Universidad de la República, financiada por la Cesic (Comisión Sectorial de Investigación Científica, de la Universidad), y a la que se sumaron cardiólogos del hospital de Clínicas, del hospital de las Fuerzas Armadas, con la coordinación de la cardióloga Virginia Michelis y la colaboración del Instituto Nacional de Estadística y del Instituto de Estadística de la Universidad de la República.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar