El último seleccionado nacional sudamericano en adoptar sobrenombre fue el de Perú.
En su escudo aparece un "tumi", cuchillo ceremonial incaico de oro, utilizado para sacrificios o intervenciones quirúrgicas. Dicho elemento consiste en una hoja de media luna y una empuñadura de con una figura antropomórfica de un semi-dios. Esta figura, en el tumi original, carga entre sus manos un kero, recipiente donde se colocaba la sangre. El rugby peruano no quiso abandonar la cultura incaica y cambió el kero por una pelota de rugby.