El ex astro francés y actual presidente de la UEFA, Michel Platini, reiteró su oposición al uso de la tecnología en el fútbol, mientras que su compatriota y campeón con Francia en 1998, Zinedine Zidane, se mostró favorable a las cámaras para evitar se repitan los errores arbitrales.
"Sería el final de los árbitros, relegaría a la tribuna a mirar un monitor. No bromeemos, el fútbol es un juego para seres humanos. Yo gané y perdí por los errores arbitrales", comentó Platini, quien años atrás, sin embargo, sostenía lo contrario.
"Un día u otro la cámara lenta se impondrá en el arbitraje", pareció responderle Zidane, quien fue expulsado en su último partido profesional en la final del Mundial de Corea-Japón 2002 justamente con la ayuda de las imágenes filmadas.
El vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, también apostó por el uso de la tecnología en el campo de juego, convencido que la solución pasará por un monitor a disposición de un cuarto árbitro.
"En el básquetbol existe la repetición instantánea. No veo porque en el fútbol no se aplica. Yo digo que la cámara en el campo de juego reduciría muchos los errores, pero yo no gobierno el fútbol", declaró Galliani.
El próximo técnico de la selección "azzurra", Cesare Prandelli, también se expresó a favor del uso de la tecnología y para respaldar sus dichos recordó el gol que le permitió a Francia sacar boleto al Mundial de Sudáfrica.
Fue tras una doble mano de Thierry Henry, algo que luego se repetiría en la Copa del Mundo en el segundo gol que marcó el brasileño Luis Fabiano ante Costa de Marfil (3-1) y tras el cual fue consultado por el propio árbitro Stephane Lannoy.
El uso de las cámaras para evitar errores arbitrales dejarían atrás las polémicas como las que generó otra mano muy recordada, bautizada por su autor Diego Maradona como la "Mano de Dios" en el triunfo por 2-1 ante Inglaterra en el Mundial de México 86.
Qué decir del recordado "gol fantasma" que le convirtió Geogg Hurst a Alemania en la final ganada por Ingleterra en 1966 (4-2), aunque en aquellas épocas no había tanta tecnología como la que existe hoy y que no impidió que se consumase la venganza.
Fue en este mismo Mundial de Sudáfrica, cuando todo el mundo vio, menos el asistente del árbitro uruguayo Jorge Larrionda (marginado del torneo por ese error) un gol legítimo de Frank Lampard en la derrota por 4-1 justamente ante Alemania en octavos. (ANSA)