La Nación GDA - Fabiola Czubaj
Luego de hacerse con su primer logro olímpico en París este jueves, la boxeadora argelina Imane Khelif volvió a quedar en medio de la polémica sobre el desempeño físico de deportistas con hiperandrogenismo (niveles elevados de hormonas masculinas en sangre) en la categoría femenina.
A los 46 segundos en el ring, la boxeadora italiana Angela Carini abandonó la pelea visiblemente molesta con Khelif. Varias veces, Carini pidió a su entrenador ayuda para ajustar el casco que, según detallaron medios acreditados en los Juegos Olímpicos, se soltaba por la potencia de los golpes.
“Todas las personas que compiten en la categoría femenina cumplen las normas de elegibilidad para la competición”, declaró Mark Adams, portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI), a la agencia AP. “Son mujeres en sus pasaportes y así consta que son mujeres”, agregó. En los últimos días, también surgieron planteos en París sobre la participación de la boxeadora Lin Yu-ting, de Taiwán, por los mismos criterios de eligibilidad que se le cuestiona a su colega argelina.
Pero, ¿qué puede causar en las mujeres un aumento de la hormona más potente que es la testosterona y está en niveles más altos en los hombres? “En orden de mayor a menor producción, las causas incluyen un tumor productor de testosterona, la hiperplasia suprarrenal congénita, el síndrome de ovario políquistico o un hiperandrogenismo idiopático (no se conoce la causa)”, explicó a LA NACION Julieta Tkatch, médica especialista en endocrinología y coordinadora del Sector Suprarrenal del Servicio de Endocrinología del Hospital Durand.
Si bien existen otras causas potenciales, pero están asociadas con desórdenes de la diferenciación sexual para los que sería necesario contar con más información sobre la situación puntual de la deportista olímpica.
En el Mundial de Boxeo Femenino del año pasado, en Nueva Delhi, India, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, por su sigla en inglés) descalificó a Khelif luego de una prueba específica, sobre la que no hubo más detalles.
En un comunicado sobre esa decisión que también alcanzó a Lin, la IBA indicó antes de la pelea de este jueves que ambas deportistas habían sido “sometidas a una prueba separada y reconocida”, que no era un test para determinar los niveles de testosterona. “Los detalles específicos de la prueba siguen siendo confidenciales”, amplió en la información citada por AP.
Para Norberto Debbag, deportólogo y cardiólogo, es “una desventaja deportiva”. Y agregó: “Si bien físicamente tiene rasgos femeninos, al tener niveles mucho más altos de testosterona va a tener las características deportivas masculinas”. La testosterona está presente en varones y mujeres, aunque con distintos umbrales.
“Desde el punto de vista del rendimiento físico, un hombre tiene más desarrollo de masa muscular, con más fuerza y potencia, que la mujer. Si se tiene más testosterona, se tiene mucho más desarrollo de masa muscular”, agregó el profesional ante la consulta de este medio. En el caso de valores elevados, hay tratamientos médicos para bajar los niveles de testosterona aceptados, como los inhibidores químicos, aceptados para la competencia.
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