Símbolos: Pedro Virgilio Rocha y Darío Pereyra

JORGE SAVIA - EL PAÍS EN BRASIL

SAN PABLO

Adentro y afuera de la cancha, fueron y son dos grandes; en distintas épocas y diferentes dimensiones para el fútbol uruguayo. Alfonso Darío Pereyra se fue de Nacional después de haber jugado apenas un Sudamericano juvenil y una Eliminatoria, mientras que Pedro Virgilio Rocha se marchó de Peñarol luego de haber disputado un Sudamericano de mayores, donde hizo el gol en la final que valió el campeonato, y haber disputado ¡tres Mundiales!

Acá, tal vez, en Brasil, y fundamentalmente en San Pablo, donde viven desde hace 30 y 36 años, respectivamente, se emparejaron; pero fueron y siguen siendo lo mismo: dos grandes, afuera y adentro de la cancha.

Por eso, ahora, al mediodía del lunes (ayer reunidos en una "Churrascaría" en la zona de Brigadeiro Santo Amaro, los dos cuentan que van a ir al partido de mañana, pero no como cualquier aficionado: Rocha, invitado por una poderosa compañía de seguros para que -junto con el famoso Rivelinho, campeón mundial con Brasil en 1970, firme autógrafos en representación de la citada compañía en la zona de los palcos; y Darío Pereyra, como integrante de la no menos influyente Traffic (ver nota aparte), aunque en su caso aclara que "acá me entienden, si hace un gol Uruguay lo grito... igual que si ganan ellos (los brasileños), vienen a embromarme".

Quizá son las únicas diferencias que los separan, porque los dos se definen, cada uno a su modo, antes que nada como "uruguaios". Por su actividad actual, que lo hace viajar por todo Brasil en forma constante, Darío no vio en directo Uruguay en los partidos por las Eliminatorias, aunque miró los compactos: "Lo ví bien, con altibajos, pero esto es muy largo y ya no es como antes; cualquiera es rival para cualquiera, en cualquier lado. Para mí no fue penal el que le cobraron a Lugano. Hubo uno anterior, en donde él se quedó hablando con el árbitro. Quizás fue eso: le cobró otro por el anterior".

Rocha, en cambio, miró el partido contra Bolivia y un compacto de la derrota con los paraguayos y una buena parte del encuentro de ayer de tarde: "Me gustó Suárez. También el arquero, a Lugano lo vi tranquilo, y hay un gordito que jugó con el N° 7 ("Cebolla" Rodríguez), que me pareció muy interesante; además de Forlán, claro, que es una lástima que ahora esté lesionado. Contra Chile no lo ví mal, me parece que se cansó".

De ahí para adelante, entonces, pueden hablar desde un mismo plano. Sobre todo, acerca de Brasil, que para Rocha "está bajo; porque si Ronaldinho juega bien, el equipo juega bien, y si Ronaldinho juega mal, el equipo juega mal. Y ya se sabe lo que es cuando un jugador tiene un tobillo `tocado`. Además, hay dos cosas importantes; una es que Dunga nunca dirigió a ningún equipo de club antes. Dicen que esta vez lo nombraron porque le habían prometido llevarlo al Mundial y lo dejaron, pero todavía la selección es algo muy pesado. Lo otro es que desaparecieron Cafú y Roberto Carlos, y todo el mundo sabe que el fútbol de los brasileños se hace, sobre todo, por los laterales. La prueba está, que este Brasil ganó cuando jugó ese del Atlético Mineiro que está en el Inter de Italia: Maicon".

Brasil, bajo el enfoque de Darío Pereyra, "no anduvo mal, lo que pasa que con Dunga tiene el mismo esquema de marca, que no se sueltan totalmente, que tenían Parreira y Scolari. No hace un fútbol bonito y por eso lo critican mucho, eso acá no es del gusto de los hinchas y los periodistas, pero yo creo no está errado; el espectáculo viene después que vayas ganando. En el Mundial de Alemania, el `cuadrado mágico`, como le llamaban a Kaká, Ronaldinho, Adriano y Ronaldo, individualmente jugaban bárbaro, pero colectivamente, no; además de que no estaban bien físicamente, lo del cuadrado mágico era sólo una hipótesis; se armó antes, no después de ganar un campeonato".

La cédula de identidad los acredita como brasileños a ambos y, lógicamente, hasta futbolísticamente piensan como tales; sin embargo, no se olvidan de lo que sentían y hacían cuando hace mucho, como típicos representantes del fútbol uruguayo, tenían que ser protagonistas de un clásico como el de mañana.

Rocha, cree que "Uruguay tiene que esperar a Brasil y taparle los laterales, para obligarlo a jugar por el medio, porque por ahí no hay un jugador que arme. Kaká es muy buen jugador, muy inteligente, pero Ronaldinho es el desequilibrante". Darío, mientras tanto, dice que lo principal para Uruguay será "jugar disciplinado tácticamente, jugar como juega Uruguay, cerrado, achicando los espacios para que Brasil no pueda tocar la pelota y ahí, entonces, partir después para el contraataque. Yo creo que hay que presionar arriba, sólo cuando se juega en casa, para no dejar armar ni darle libertad al visitante. Repito: Uruguay lo ha complicado a Brasil cuando se cerró y le achicó los espacios".

Pedro Rocha y Darío Pereyra. Dos cédulas cada uno. Dos grandes. Se juntaron para conversar de Uruguay-Brasil: ¡si sabrán de lo que están hablando!

Nombre: Pedro Virgilio Rocha.

Nació: 03.12.42.

Lugar: Salto.

Puesto: Entreala derecho (N° 8)

Características: Hábil, potente, goleador, bajaba a ayudar al mediocampo, llegaba arriba con sus zancadas largas y tenía un poderoso remate.

Trayectoria: Peñarol (Salto); Peñarol (debutó en Primera División en 1960 y jugó hasta 1971); Selección de Uruguay (Sudamericano 1967 y Mundiales 1962, 1966 y 1970) ;Sao Paulo (desde 1971 hasta 1977); Coritiba y Palmeiras.

Títulos: Campeón Uruguayo (Peñarol) en 1960, 1961,1962, 1964, 1965, 1967 y 1968. Campeón de América (Peñarol) en 1961 y 1966. Campeón del Mundo (Peñarol) en 1961 y 1966. Campeón de la Supercopa (Peñarol) en 1969. Campeón Sudamericano (Uruguay) en 1967. Campeón de San Pablo y de Brasil (Sao Paulo) en 1971 y1975.

DT: Portuguesa, Botafogo, Coritiba, Guaraní, Inter, Sporting y Vitoria (Portugal)

Nombre: Alfonso Darío Pereyra.

Nació: 20.10.56.

Lugar: Sauce (Canelones).

Puesto: Volante central ( N° 5) y zaguero izquierdo (N° 3).

Características: Técnico, potente, era preciso en la marca y prolijo en el armado. Tenía gran presencia física y una personalidad exuberante.

Trayectoria: Urreta (Baby); Nacional (debutó en Primera División en 1975 y jugó hasta 1977); Selección de Uruguay (desde 1975 a 1977 y Mundial 1986); Sao Paulo (desde 1977 a 1988); Flamengo (1988); Palmeiras (1989); y Gamba Osaka (Japón) (desde 1990 a 1992).

Títulos: Campeón Sudamericano Juvenil (1975); Campeón Uruguayo (Nacional) en 1976; Campeón de Brasil (Sao Paulo) en 1977 y 1986; Campeón Paulista (Sao Paulo) en 1980, 1981, 1985 y 1987; Campeón de Japón (Gamba Osaka) en 1990.

DT: Sao Paulo, Coritiba, Atlético Mineiro, Guaraní, Paysandú, Gremio y Portuguesa.

Rocha vive en una casa de dos plantas situada en el 82 de la calle Antonio Sicone del barrio Brooklyn, muy cercano al de Morumbí.

Hoy, Pedro es comentarista del Canal Sao Paulo en los partidos de los campeonatos locales y de la selección que se juegan en fines de semana y, aunque admite que a esta altura de su vida "el corazón está dividido mitad y mitad" entre Brasil Uruguay, por el mismo impulso que lo hace venir a nuestro país a pasar las fiestas todos los años, fundamentalmente para estar unos días con la tía Olga y mamá Esther, que con 92 años sigue en Salto, les dice siempre a sus amigos que "primero soy uruguayo y después brasileño; al revés que mi padre, que era brasileño- uruguayo".

Darío Pereyra, por su parte, vive en un moderno apartamento ubicado en el 617 de la calle Oscar Montero de Barros, en el barrio Morumbí, y 2006 fue el único año que no vino a Uruguay, por el descalabro que se produjo en el tráfico aéreo en Brasil y porque su actividad ha cambiado; el técnico le dio paso al coordinador general y "detector de talentos" que trabaja en la poderosa empresa de derechos televisivos y publicidad estática Traffic: "Hace un año y medio empezó un gran emprendimiento; busca valores jóvenes, los trae a un centro de entrenamiento con alojamiento para 120 personas que tiene 5 canchas y, aunque se va a armar un equipo competitivo en la `B`, forma sus propios jugadores, para después colocarlos".

Darío, entonces, viaja y ya no tiene un mes de licencia fijo como antes; por eso vendió el apartamento que tenía en Punta del Este y sólo viene a Montevideo, donde le quedan "tíos, primos y hermanas".

La identificación de Pedro Rocha y Darío Pereyra con el Sao Paulo es tanta, que sus trayectorias en el gran club brasileño transitaron por sendas tan exitosas como similares.

Cuando el salteño llegó en 1971 la "torcida" paulista empezaba a impacientarse, porque si bien el mismísmo Pelé decía que era uno de los 5 mejores del mundo, le costó un año adaptarse a un fútbol distinto al uruguayo. Y cuando el corpulento volante sauceño recaló en 1977, "no la cazaba" como volante; sin embargo, en un partido, por necesidad, el técnico Rubens Minelli lo pasó de zaguero y Darío Pereyra, jugador de "pie caliente", como le dicen los brasileños a los futbolistas con garra, no salió nunca más de la retaguardia. Es más, en esa posición se convertiría en el "Rey Darío" para la populosa hinchada del Sao Paulo.

Pedro Rocha, que fue de Peñarol hacia Brasil con el apodo de "Verdugo", porque en Montevideo solía convertir casi siempre en los partidos clásicos, jugó 375 partidos y llegó a meter 113 goles en el Sao Paulo, donde fue goleador estadual en 1972 con 17 tantos.

Los indicadores de Darío Pereyra no son menos impresionantes: estuvo 10 años y 10 meses en el club paulista, donde jugó 402 partidos y metió 39 goles, que no son pocos para un futbolista que actuaba en la retaguardia. Además, aún hoy sigue ocupando el 10° lugar entre los jugadores que más partidos jugaron a lo largo de la historia del Sao Paulo.

Tantos puntos de contacto, debían tener uno determinante: en 1977 el Sao Paulo mandó a Rocha a Montevideo a que observara a Darío Pereyra, fue a verlo jugar en un partido Nacional-River Plate, al volver lo recomendó y lo contrataron.