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La historia de Edith García: la primera uruguaya en Champions League que quiere más visibilidad en el femenino

Defiende la camiseta del Birkirkara de Malta desde este año, pero desde chica juega al fútbol y logró lo que tanto peleó, pero no imaginó vivir.

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Edith García y su definición para el gol del triunfo del Birkirkara por Champions League.
Edith García y su definición para el gol del triunfo del Birkirkara por Champions League.
Foto: Gentileza.

Al igual que muchas jugadoras uruguayas, Edith García hizo el baby fútbol con varones. Luego de un tiempo sin practicar, con 12 años se enteró que podía jugar fútbol femenino. City Park fue el equipo que la recibió y el primero que iba a contar con una futbolista que hizo historia.

Es que tras defender la camiseta de River Plate, Colón y Defensor Sporting le llegó una oportunidad soñada: el fútbol europeo. “Hace un tiempo empecé a hablar con un agente que es de acá de Europa. Empezamos a trabajar juntos, le llegó la propuesta de que buscaban una jugadora en mi posición, me lo ofreció, le dije que sí y una semana después ya me estaba tomando el avión”, le confesó la atacante de 21 años a Ovación.

Edith García defendiendo a Defensor Sporting.
Edith García defendiendo a Defensor Sporting.
Foto: @AUFfemenino.

Y lo hace desde Malta, porque hasta allí la llevó el fútbol donde luce los colores del Birkirkara, esos que la hicieron meterse en la historia del fútbol femenino uruguayo. Es que su equipo jugó la fase previa de la UEFA Champions League e ingresando en el minuto 70 del juego ante el Breznica de Montenegro, se convirtió en la primera jugadora celeste en disputar el torneo más importante de clubes europeos.

Pero si eso no era suficiente, a García le alcanzaron 23 minutos para dejar su huella en la red y poner el 1-0 con que su equipo avanzó a la siguiente ronda y le permitió vivir el debut soñado.

García se sinceró y admitió: “Nunca imaginé que iba a poder hacer un gol en un torneo así por lo difícil que es llegar hasta donde estoy ahora, pero una vez estando acá, antes del partido me imaginaba cómo sería hacer un gol y justo se dio que fue en los descuentos (90+3’) y el gol de la victoria, así que mejor imposible”.

“En lo personal es muy importante, es lo que siempre quise y por lo que entrené tantos años, desde muy chiquita en el fútbol y que me haya tocado entrar y haber podido hacer el gol es algo que no se puede describir”, admitió quien de todas maneras no pudo alcanzar la fase de grupos porque su equipo cayó en la siguiente ronda ante el Zurich de Suiza con García como titular.

La joven futbolista admitió que la decisión “fue difícil, pero como juego desde muy chica y fue todo tan rápido no me dio tiempo ni de asimilarlo y ya estaba acá. Esto es para lo que me preparé todo este tiempo y que haya llegado de manera tan inesperada, fue increíble. Mi hermano me acompañó los primeros días y eso me ayudó bastante, pero ahora estoy sola”. confesó quien lleva en Malta poco más de un mes.

Lo que más le llamó la atención a García es las condiciones con las que llegó al fútbol de Malta ya que firmó un contrato profesional por un año, le proporcionan un apartamento en el que vive con las otras extranjeras del plantel y el sueldo solo lo usa para comida y otras necesidades.

Así recibió Malta a Edith García.
Así recibió Malta a Edith García.
Foto: Gentileza.

“Nada que ver al fútbol de allá (Uruguay) donde hay muchos clubes que lo único que dan es un viático y a veces no llegan ni a cubrir lo básico”, contó García, quien sostiene que tanto a nivel local como mundial, hay mucho para trabajar respecto al femenino.

Más allá de los avances, la futbolista consideró que el hecho de “que no se pueda ver mucho fútbol femenino, que las niñas chicas no sepan quién juega porque no hay suficiente transmisión, eso tranca un poco”.

Mientras espera ansiosa por un llamado de la selección uruguaya, García disfruta de su presente en el Birkirkara y en un país del que “sabía poco” y en el que “el idioma es una de las cosas que me está costando porque hablan inglés y maltés. Un poco de inglés entiendo, pero estoy haciendo clases para comunicarme mejor”.

“Por suerte hay una compañera de Estados Unidos que habla español y me ayuda”, cerró.

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