El futbolista más joven del mundo dejó su equipo

El futbolista más joven del mundo, Mauricio Baldivieso, cuya imagen dio la vuelta al mundo este domingo al debutar en el fútbol profesional con sólo 12 años, dejó junto a su padre el Aurora.

La dirigencia del equipo boliviano le prohibió a su padre y entrenador, Julio César Baldivieso, que el muchacho siguiera jugando en el primer equipo, lo que motivó la renuncia de ambos.

En declaraciones al canal boliviano Bolivisión, el ex jugador de la selección boliviana explicó que los dirigentes del club le dijeron que insistía en poner a su hijo debía abandonar la institución.

"He preferido ponerme de acuerdo con ellos y dejar la institución. Seguramente a muchos dirigentes les ha calado profundo el debut de mi hijo, porque ellos tal vez tienen fracasos en su vida personal o en sus hijos", dijo el entrenador.

"Tiene que saber el país y el mundo que en Bolivia se le corta los pies a los talentosos, a los jóvenes, por pensar seguramente en extranjeros", agregó.

Las imágenes del joven jugador dieron la vuelta al mundo, causando entre sorpresa y estupor, por la edad y apariencia de Baldivieso, quien además recibió un fuerte golpe apenas ingresó.

Aurora cayó por la mínima diferencia en su visita a La Paz FC, pero la noticia estuvo a los 81 minutos de juego cuando se dio el ingreso del futbolista más joven de la historia en debutar en un equipo de Primera División profesional de ese país y, posiblemente, del mundo.

Mauricio Baldivieso, con el número "10" que utilizó su padre en la espalda, juega de armador. Nació el 22 de julio de 1996, por lo que este miércoles cumplió 13 años.

Mauricio fue bien recibido por el público pero no tanto por sus rivales quienes lo trataron con aspereza.

La prensa y el técnico de Aurora apuntaron contra el jugador Jenry Alaca quien golpeó tan fuerte al debutante que lo dejó al borde de las lágrimas y casi fuera del juego.

Baldivieso padre calificó a Alaca de "criminal y el árbitro peor todavía" porque no amonestó al infractor.

"El fútbol es para hombres", replicaron desde la banca de La Paz FC, que concluyó el partido con nueve jugadores y dos expulsados.

"Mi hijo, para su tierna edad, tiene talento y no desentonó mientras estuvo en el partido", había dicho, orgulloso, su padre.

Ahora, con la salida de ambos, Baldivieso disparó contra la dirgencia del Aurora y calificó su prohibición como una "venganza".

"Mauricio no va a seguir en un equipo donde no le quieren dar oportunidad a la gente que tiene talento, pero tienen que saber ustedes que esta es una venganza hacia mí y mi hijo", terminó Baldivieso.

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