Caballeros por un ratito

1/1:  20090401 600x431 ()

Santiago De Chile | Jorge Savia

Los tiempos cambian. Para bien en este caso. En las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica no se han visto antes de los partidos -con la excepción, por razones de carácter político, más que futbolístico, del Perú/Chile jugado en Lima- climas "pesados", poco menos que bélicos, como en ediciones pasadas. Incluso, quizá, acá en Santiago la antesala del encuentro de anoche se vivió con distensión y tranquilidad para el visitante, porque los chilenos se consideran -cualquiera fuera el resultado de ayer- prácticamente clasificados. De no haber sido así, hubiera sido cuando menos una imprudencia haberle puesto dos carteles muy visibles con el nombre de Uruguay al ómnibus que trasladó a los celestes durante su estadía en la capital chilena. Era casi un "llamador", con una pista clara: aquí están, estos son, los uruguayos. En los tiempos cambian. En otros, el "descuido", hubiera invitado a la desconfianza.

Igual, siempre alguna "perlita" hay, sobre todo en el Pacífico, y especialmente contra los uruguayos. Así, el zaguero mundialista de Francia 98, Ronald Fuentes, advirtió ayer en las páginas del diario La Tercera que "ellos (Uruguay) no salen del roce, y eso es lo que van a venir a buscar acá; y Víctor Hugo Castañeda, que el 12 de noviembre del 96 fue el que le metió el centro a Salas para el gol con que Chile le ganó 1-0 al Uruguay del "Pichón" Núñez y Francescoli, entre otros, pronosticó: "Si Alexis (Sánchez) encara una vez y pasa, dos y pasa, a la tercera le van a entrar para amedrentarlo, es la idiosincrasia del jugador uruguayo".

UN HUASO. La contracara del significado de las palabras de Fuentes y Castañeda, fue una ausencia notoria que se produjo anoche en el estadio Nacional de Santiago.

Cuando Chile jugaba de local, un rato antes que empezara el partido, el Huaso Peregrino -su nombre es Rubens Naveas y era algo así como un "Pato Celeste" transandino entraba a la cancha vestido como un arriero, con un sombrero y ropas tradicionales del hombre de campo chileno, pero enfundado en "la roja", y revoleando el emblema patrio entre sus manos, y encendía la pasión nacionalista de la multitud de aficionados.

Sin embargo, ayer no estuvo, y parece que no estará más: en el partido con Brasil hostilizó a una barra de brasileños que "cargaban" a los hinchas locales por la goleada y, como la propia ANFP -en el marco de la "purificación" que lleva adelante su presidente, Harold Mayne-Nicholls- lo amenazó con no darle más entradas de favor, el "motivador" de masas se enojó y dijo que no va más al estadio: "Ningún extranjero me va a pisotear en mi tierra", dijo.

En fin, por más Peregrino que sea, es un Huaso. Mejor que se quede en su casa.

En lugar del Huaso Peregrino, el que actuó fue el grupo musical chileno "Los miserables", que interpretaron la canción "El crack" y un himno a la selección que compusieron a pedido de la ANFP, y tiene un sugestivo nombre, casi un mensaje: "Que la familia vuelva a la cancha".

¿COMO GARRINCHA? Alexis Sánchez llegó al partido de anoche como el hombre de moda en todo Chile, sobre todo por su gran actuación ante los peruanos.

Todo el mundo hablaba del atacante, incluido el técnico uruguayo Nelson Acosta, quien le dijo a Ovación desde Viña del Mar: "A mí me lo trajeron y yo lo hice debutar en Primera con 16 años". El que se pasó en ese sentido, fue el ex crack chileno, Carlos Caszely, que "es como Garrincha, desequilibrante por sí solo".

Se le fue la mano. Al que haya tenido el placer de haber visto al brasileño, le vienen ganas de tirarle un huevazo como aquel que Caszely se ligó no bien llegó a Carrasco para jugar ante los celestes por las Eliminatorias del Mundial de México 86 en el Estadio Centenario.