Libretas de conducir

@| Acabo de leer la entrevista a la Directora de Tránsito de la Intendencia de Montevideo y no salgo de mi asombro. 

Ahora parece que ante la reacción de varios miles de ciudadanos de 75 años y más que reclamamos por nuestros derechos, se nos va a permitir renovar el permiso por 1 año, exigiendo, según sus palabras, “una prueba en pista, y si la aprueban se les hace en la calle”; esto por supuesto luego de una correcta y anterior evaluación médica. 

¿Con qué criterio se determinan como más importantes las pruebas de maniobras de aparcado o marcha atrás sobre la conducción en la calle, el dominio del tránsito, el conocimiento y respeto a las normas? 

¿Por qué no se completa, como en cualquier examen, toda la prueba y al final se hace una evaluación poniendo el énfasis en los aspectos fundamentales del manejo en la calle? ¿Es tan grave rozar un cono o pisar una línea blanca dando una prueba en una situación de tanto estrés como para impedir terminarla? ¿No merece consideración alguna el hecho de haber conducido por 60 años sin un accidente miles de kilómetros en cualquier lugar del mundo? Hablo con propiedad desde mi propia experiencia. 

Una reflexión final: ahora comprendo el auge de las academias, un negocio próspero con excelentes perspectivas y clientela asegurada por la burocracia municipal, con un mínimo de clases a $600 cada una, más la cuota de inscripción.