Carta abierta a Yamandú Orsi

Roberto Alfonso Azcona | Montevideo
@|Estimado Sr. Presidente Yamandú Orsi:

Me dirijo a usted con profunda preocupación respecto a las recientes declaraciones de su designado Ministro del Interior, el ex fiscal Carlos Negro. En una entrevista concedida el martes 18 de febrero, al programa Informativo Sarandí de Radio Sarandí, Negro afirmó que “la guerra contra el narcotráfico está perdida”.

Le propongo informe Ud. al futuro Ministro mi propuesta para combatir en forma efectiva al narcotráfico.

El narcotráfico es una de las mayores amenazas para la seguridad y el desarrollo del Uruguay. Su avance no solo corrompe las instituciones y degrada la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también destruye familias y comunidades enteras. Para enfrentarlo con firmeza propongo un enfoque integral basado en mano dura contra el crimen, fortalecimiento de la justicia, cooperación internacional y oportunidades reales para la sociedad.

1- Guerra frontal contra el narcotráfico y el crimen organizado.

Endurecimiento de penas para narcotraficantes y bandas criminales. No puede ser que quienes envenenan a nuestra gente salgan con penas irrisorias o cumplan prisión domiciliaria.

Cárceles de máxima seguridad para líderes del narcotráfico, con incomunicación total y cero privilegios.

Intervención militar en zonas de alto riesgo con respaldo legal para actuar contra estructuras criminales. No se puede seguir permitiendo que ciertos barrios sean refugios de narcos.

Cierre de fronteras al narcotráfico con tecnología avanzada, drones y patrullaje militar en puntos clave.

2- Justicia fuerte y sin miedo.

Cese inmediato de jueces y fiscales que no actúen con firmeza contra el narcotráfico.

Creación de un cuerpo especial de fiscales y jueces contra el crimen organizado, con protección garantizada y total independencia política.

Confiscación de bienes de narcotraficantes y redes criminales para financiar programas de seguridad y recuperación de barrios tomados por el narco.

3- Recuperación del territorio y apoyo a la sociedad.

Despliegue de fuerzas de seguridad en barrios tomados por el narco con una estrategia de pacificación real y duradera.

Trabajo, educación y deporte para los jóvenes en riesgo, para que el narcotráfico no sea la única opción que se les presenta.

Regeneración de barrios vulnerables con inversiones en infraestructura, iluminación y presencia permanente del Estado para evitar el dominio de los criminales.

4- Cooperación internacional sin concesiones.

Alianzas con países que han combatido el narco con éxito, como Colombia, El Salvador y Estados Unidos, para intercambiar inteligencia y estrategias.

Permitir extradiciones sin trabas burocráticas para evitar que Uruguay sea un refugio de criminales.

Bloqueo total a cualquier intento de blanqueo de dinero del narco en el sistema financiero uruguayo.

5- Tolerancia cero con la complicidad política y judicial.

Investigación y castigo a funcionarios corruptos que faciliten el narcotráfico o que miren para otro lado.

Ley de Transparencia Total en financiamiento político para evitar que el narco infiltre el sistema democrático.

Reforma de la Policía y los servicios de inteligencia, dotándolos de más recursos y eliminando cualquier vestigio de corrupción.

Uruguay no puede seguir siendo el patio trasero del narcotráfico. Es hora de dar la batalla sin miedo, sin tibiezas y sin hipocresías. ¡Que el país entero sepa que aquí manda la ley y la gente honesta, no los criminales!