¿Venezuela libre?

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El mundo exterior tiene dos proyecciones. Una -desde la visión de Occidente- hace a los valores e instituciones democráticas que afirman y practican los distintos estados nacionales y organismos internacionales. Y, otra al significado que el mundo exterior merece desde el punto de vista del interés económico nacional, en función de los negocios y su contribución a la inversión, la producción, el trabajo y el bienestar de los estados. En lo primero Uruguay, Chile y Costa Rica lideran en democracia, respeto por los derechos humanos y bienestar social en Latinoamérica y, en el otro extremo, Cuba, Venezuela y Nicaragua son la negación del respeto a las libertades básicas.

El liberalismo es numen de la nuestra coalición republicana de gobierno. Y, la alineación histórica con mafias internacionales socialistas, la expansión soviética, las tiranías mencionadas y organizaciones internacionales, como el Foro de San Pablo, Celac, el Grupo de Puebla y similares, que operan en América Latina, es marca de fábrica del Frente Amplio. Sus principales agitadores han promovido desorden y resentimiento sostenidamente en nuestro país abrazados a estos internacionalismos.

Venezuela conoció alternativas políticas diversas. Tuvo un largo período de democracia hasta que apareció el “comandante” Chávez (1999), agitando las banderas del “socialismo del siglo XXI”, y barrió con las instituciones republicanas. Abriendo cancha a un nuevo cesarismo, continuado por Nicolás Maduro. En ese periplo -25 años- han saqueado al país, enriqueciéndose las familias de los déspotas y sus amigos al infinito. Venezuela junto con Rusia, son los países con mayores reservas minerales del planeta. Increíblemente el régimen ha fundido a la otrora poderosa Pdvsa, ente encargado de la explotación petrolera (no es extraño en Uruguay el Frente Amplio quebrará a Ancap). 8.000.000 de emigrantes, miles de presos políticos, torturados y muertos y la total ruina económica son logros de la tiranía.

A besar la mano de los dictadores fueron desde el principio en caravana el presidente Vázquez, el “Pepe” Mujica, Marcelo Abdala y otros “progresistas” uruguayos. Y, cercanamente cuando en el proceso electoral en curso se votó en nuestro Parlamento el rechazo a la proscripción de la heroína María Corina Machado abanderada y líder contemporánea de la causa de la Libertad, el Frente Amplio se abstuvo, leal a sus complicidades. Ahora a pedido de la dictadura envía una misión amiga a presenciar el evento. Cuando hasta el brasileño “Lula” se ha horrorizado de la amenaza de Maduro de que si pierde “habrá un baño de sangre”. Diciendo -Lula- solo cabe respetar la elección y ajustarse al resultado.

La cruel satrapía notoriamente está protegida por una incalificable cúpula militar, se alinea con los narcoestados continentales, y está infiltrada por agentes cubanos ya que para el castrismo la caída del régimen es de proyección trágica.

Legalmente el régimen con Maduro a la cabeza está enjuiciado por la Corte Penal Internacional, creada por el Estatuto de Roma, dentro del sistema de la ONU, por violación a los derechos humanos. Es válida la duda existente sobre qué hará la camarilla despótica ante un resultado electoral adverso, previsto unánimemente por encuestas creíbles.

El Uruguay republicano abraza a la Venezuela libre.

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