Cruceros y cargueros pujan por espacio en Puerto montevideano

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ANDRÉS OYHENARD

Para la Administración Nacional de Puertos no existe una solución en el corto plazo por la falta de muelles para barcos de gran porte. En tanto, el Capitán de Puerto propondrá que los cruceros o el gobierno se haga cargo de las pérdidas.

La Capitanía de Puerto tiene que hacer "malabares" cada vez que llega un crucero mayor de 300 metros a Montevideo.

El reglamento de atraque de la Administración Nacional de Puertos (ANP) es claro: "Como principio general todos los buques de pasajeros (cruceros) tendrán atraque seguro".

Por ese motivo, la pasada semana el barco Patriarch -que se encontraba cargando 30.000 toneladas de arroz con destino a Irak- tuvo que ser desplazado del Muelle cinco por la llegada de un crucero de gran porte, y por esa circunstancia fue remolcado a otro muro donde la carga se hace a un ritmo muy inferior.

Esta medida molestó a la gremial de arroceros que de inmediato protestó ante la Capitanía del Puerto y la ANP por las pérdidas que esto le originaba al exportador.

El capitán de puerto de Montevideo, Guillermo Laurido, dijo a El País que el tema es "muy complejo" y que es "difícil" encontrar una solución.

Para él, una de las soluciones podría ser que "los propios cruceros o el propio gobierno pueda resarcir las pérdidas" que se le ocasionan a los exportadores cuando los cargueros son desplazados de su muro de atraque.

En tanto, el vicepresidente de la Administración de Puertos, Gastón Silberman, dijo ayer a El País que "no habrá una solución definitiva hasta que no se construyan nuevos muelles".

Actualmente, la ANP está a la espera de negociaciones con una empresa privada para comenzar con las obras del Muelle C.

Silberman señaló que lo que sucedió con el barco arrocero "estaba previsto" porque existe un reglamento que contempla esa posibilidad y, por lo tanto, "se actúa en consecuencia".

El jerarca indicó que la lle-gadas de cruceros "no le reporta" mucho dinero a la ANP, sin embargo, sí consumen muchos servicios como alimentos, combustibles y agua que dejan un ingreso importante al país. Además, "debe destacarse la importancia turística que tienen".

La llegada de cruceros ha tomado un gran impulso en los últimos años en Uruguay. En la temporada 2007-2008 arribaron 171 barcos. Asimismo, el puerto de Montevideo espera 76 escalas y más de 90.000 viajeros de diciembre a abril en la temporada oficial este año.

Según informó Laurido, en temporada alta llegan de dos a tres embarcaciones diarias. El promedio de atraque en el puerto de Montevideo llega a las diez horas por día.

Pérdidas. Tanto el vicepresidente de la ANP como el Capitán de Puerto, admitieron que cuando llega un crucero de gran porte y se desplaza a un buque carguero "se originan pérdidas".

Cuando se traslada un buque de un muelle y se lo deja en el antepuerto, se tiene que pagar la tarifa que cobran los remolcadores, además de los costos operativos del barco que carga la mercadería.

En algunos casos esos costos superan los US$ 50.000 diarios, aunque todo depende del tipo de embarcación.

En el caso del carguero de arroz con destino a Irak, los perjuicios económicos de alguna manera se pudieron mitigar. Según dijo Laurido, para ello se decidió ofrecer otro muelle al Patriarch para que continuara con la carga mientras el crucero anclaba en el Muelle cinco.

Este atraque es el más apropiado para la carga a granel ya que cuenta con grúas modernas además de la llegada del tren que aporta el 80% del cargamento a esos buques.

El Patriarch demoró dos horas en llegar al Muelle 1-2, y luego continuó con su tarea, aunque sin el tren y a un ritmo menor porque se cargó con las grúas del propio barco. Luego de ocho horas, el buque regresó al Muelle cinco.

"Por aprobar esta maniobra tuve que sacar cinco barcos pesqueros que estaban trabajando en esos muelles", dijo Laurido. En todos los casos, los pesqueros enviaron una nota a la Capitanía donde expresaron su "molestia" por esta decisión que les ocasionó pérdidas.