Construcción sostenible en Uruguay: cómo la economía circular transforma el futuro del sector.

Durante años, los residuos de obra se percibieron como un problema. Hoy, empresas demuestran que escombros como hormigón, ladrillos o cerámica pueden convertirse en materias primas para nuevas obras.

Personas trabajando. Foto: Fernando Ponzetto.
Obreros trabajando en altura.
Foto: Fernando Ponzetto/Archivo El País.

La industria de la construcción es un motor clave del desarrollo económico en Uruguay, pero también una de las principales generadoras de residuos y consumo de recursos naturales. Frente a este desafío, la economía circular emerge como una alternativa real para construir de forma más sostenible, eficiente y responsable con el ambiente.

Durante años, los residuos de obra se percibieron como un problema. Hoy, empresas innovadoras demuestran que escombros como hormigón, ladrillos o cerámica pueden convertirse en materias primas para nuevas obras. El reciclaje de estos materiales produce áridos reutilizables, disminuye la extracción de recursos vírgenes y reduce la huella de carbono del sector.

Las decisiones que tomamos —desde el diseño hasta la elección de materiales, proveedores y tecnologías— tienen un impacto directo en la sostenibilidad ambiental. Por eso promovemos el diálogo entre promotores, arquitectos, constructores, autoridades y academia, con el fin de compartir experiencias y facilitar soluciones circulares.

Es necesario avanzar hacia un entorno normativo y fiscal que estimule estas prácticas. Incorporar criterios de circularidad en pliegos de licitación, reconocer el uso de materiales reciclados y habilitar mecanismos de financiamiento verde o incentivos fiscales para proyectos con impacto ambiental positivo son medidas clave.

También urge fortalecer la infraestructura para el reciclaje de residuos de construcción y demolición (ROC´s), un aspecto aún débil en nuestro país. La economía circular no es una moda: es una estrategia que permite construir más y mejor, reduciendo la presión sobre los recursos naturales y generando oportunidades económicas y de empleo.

Esta visión va más allá del reciclaje: propone repensar todo el ciclo de vida de los materiales, privilegiando componentes reutilizables y planificando obras con miras a su futura deconstrucción. También promueve el uso de materiales con menor impacto ambiental, como la madera certificada o el hormigón reciclado.

Una gestión ambiental efectiva debe incluir control de emisiones, uso eficiente de energía y agua, y prevención de impactos negativos durante la ejecución de obras.

Desde A.P.P.C.U. reconocemos la importancia de incorporar principios de circularidad en la construcción. Este enfoque es una ventaja competitiva y un compromiso con la calidad de vida urbana. Implica diseñar con eficiencia, minimizar desperdicios, valorar los residuos como recursos y considerar el ciclo de vida completo de las edificaciones.

Por ello reafirmamos nuestro compromiso con una construcción que mire al futuro, use los recursos con inteligencia y contribuya al desarrollo sostenible del país. La transformación ya comenzó, y somos parte activa de ella.

Por Alcira Castro – Directora del Departamento de Calidad y Ambiente de APPCU.

APPCU

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