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El Papa llamó a resistir la tentación del triunfalismo

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Francisco pidió a la multitud rezar por la paz, particularmente en Tierra Santa y en todo Oriente Medio. Foto: AFP

RITOS DE SEMANA SANTA

“Jesús nos muestra cómo hemos de afrontar los momentos difíciles”, dijo en el Domingo de Ramos.

Decenas de miles de fieles agitaron palmas y ramas de olivo en la Plaza de San Pedro ayer domingo, en una conmemoración en la que el papa Francisco inició la Semana Santa. El Domingo de Ramos es la festividad con que los cristianos celebran el día en que Jesús entró a Jerusalén y fue alabado como mesías, para ser crucificado días después.

Después de una larga procesión en la Plaza de San Pedro, Francisco dijo en su homilía que era importante resistir a la tentación del triunfalismo y ser humildes. "Alegres aclamaciones a la entrada de Jesús a Jerusalén seguidas de su humillación. Llantos de emoción, seguidos de brutales torturas. Este misterio de dualidades acompaña nuestra entrada a la Semana Santa cada año", dijo el papa

Al final de dos horas de servicio religioso, Francisco pidió a la multitud rezar por la paz, particularmente en Tierra Santa y en todo Oriente Medio.

Francisco reflexionó en su homilía cómo Jesús ante "la carta del triunfalismo" que le ofreció el Diablo "respondió permaneciendo fiel a su camino, el camino de la humildad".

"Jesús nos muestra cómo hemos de afrontar los momentos difíciles y las tentaciones más insidiosas", dijo. Criticó entonces el triunfalismo que "trata de llegar a la meta mediante atajos, compromisos falsos" y que "busca subirse al carro del ganador".

"El triunfalismo vive de gestos y palabras que, sin embargo, no han pasado por el crisol de la cruz; se alimenta de la comparación con los demás, juzgándolos siempre como peores, con defectos, fracasados...", lamentó.

"Una forma sutil de triunfalismo es la mundanidad espiritual", señaló y la consideró "el mayor peligro, la tentación más pérfida que amenaza a la Iglesia", citando al teólogo francés Henri-Marie Lubac.

El Domingo de Ramos marca el inicio de la semana más importante para el catolicismo que termina con el Domingo de Resurrección, el momento más relevante del calendario litúrgico cristiano. El Jueves Santo, Francisco viajará a ciudad de Velletri, en el sur de Roma, para lavar y besar los pies de 12 reclusos en una prisión y conmemorar así el gesto de humildad de Jesús hacia sus apóstoles la noche antes de morir, de acuerdo a la tradición católica.

Jerusalén.

Las laderas del Monte de los Olivos de Jerusalén albergaron ayer la tradicional procesión del Domingo de Ramos, cuando miles de católicos llegan de todo el mundo para recrear la entrada de Jesús a la ciudad amurallada.

El santuario de Betfagé fue el punto de encuentro de los miles de fieles, tanto palestinos como peregrinos extranjeros, que se dieron cita sobre las dos de la tarde en Jerusalén (las 11 en Uruguay) y juntos comenzaron el recorrido a pie en dirección a la Ciudad Vieja.

El santuario de Betfagé fue el punto de encuentro de los miles de fieles. Foto: Reuters
El santuario de Betfagé fue el punto de encuentro de los miles de fieles. Foto: Reuters

Bajo un estricto control de seguridad por parte de fuerzas israelíes, la procesión se desarrolló en un ambiente festivo y de tranquilidad.

El recorrido, que tuvo lugar en Jerusalén Oriental contó con una importante presencia de palestinos católicos, incluyendo figuras religiosas locales, familias y cientos de jóvenes scouts.

Tras dejar el santuario de Betfagé, cuyo nombre refiere al pueblo donde Jesucristo se montó al borrico que lo llevaría hasta la Ciudad Santa, los feligreses fueron bajando por una de las laderas del Monte de los Olivos, con la Cúpula Dorada de fondo y bajo un fuerte calor.

Superada una pendiente empinada, que algunas decenas de palestinos evitaron, pasando por un cementerio judío, la procesión emprendió la subida final hacia la Puerta de los Leones de la ciudad amurallada de Jerusalén.

Tras cruzar la puerta con las hojas de palma en alto y adentrarse en la ciudad amurallada, los fieles ingresaron en la Iglesia de Santa Ana, donde continuaron bailando y cantando con la puesta de sol, que puso fin al primer día de las celebraciones de Semana Santa en Jerusalén.

Beatificarán a víctimas de la dictadura

El obispo Enrique Angelelli será beatificado el próximo día 27 junto a otras tres víctimas de la dictadura en Argentina. Figura destacada por su compromiso con las líneas del Concilio Vaticano II (1962-1965), murió poco después de iniciarse la dictadura, el 4 de agosto de 1976, en lo que simuló ser un simple accidente automovilístico que, casi 40 años después, la Justicia determinó que fue un asesinato.

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