Obama habla a un año de la debacle financiera

Estados Unidos. Se cumple aniversario de que Lehman Brothers anunciara quiebra

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WASHINGTON | AP, AFP Y ANSA

Con un discurso a pocos pasos de Wall Street, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, marcará el aniversario simbólico de la crisis financiera a un año de la catástrofe económica más grande que atravesó este país tras la Gran Depresión.

Era el 15 de septiembre de 2008 cuando el venerable banco de negocios Lehman Brothers se declaró en quiebra. Las consecuencias se propagaron al sistema financiero estadounidense y luego a toda la economía mundial. Obama recordará este momento final de la presidencia de su antecesor George W. Bush y defenderá las decisiones que adoptó en enero, tras asumir la presidencia de un país al borde del "precipicio", según sus palabras.

Tras las iniciativas de reflotamiento de la industria y de las finanzas que hasta hace poco tiempo se creían impensables en el principal país capitalista -medidas que le acarrearon la furia de sus adversarios-, el inquilino de la Casa Blanca se referirá al desempeño del Estado.

Ahora que el país parece estar saliendo de la peor recesión que haya conocido desde la Gran Depresión de los años treinta, el mandatario demócrata expresará sus planes para reformar una economía todavía frágil para asegurar un crecimiento duradero.

Diez días antes de que los dirigentes de los países desarrollados y de las grandes economías independientes se reúnan en Pittsburgh, Obama repetirá lo que se propone hacer para poner fin a los excesos del sector financiero y dictar "normas de conducta" que impidan una repetición de la crisis.

El presidente lo hará en el Federal Hall -primera sede del Congreso norteamericano, ubicada en el sur de Manhattan y considerada un monumento histórico de Estados Unidos-, muy cerca de la Bolsa de Nueva York, símbolo de los abusos que indignaron a los estadounidenses y al propio Obama, que en septiembre de 2008 estaba en plena y encarnecida campaña contra el candidato demócrata John McCain.

"El invierno pasado, este país enfrentaba su peor crisis económica desde la Gran Depresión", dijo el miércoles Obama, "y perdimos en promedio 700.000 empleos por mes. El crédito estaba congelado y nuestro sistema financiero, cerca de hundirse".

"Gracias a la acción audaz y determinada llevada a cabo desde enero, es que puedo presentarme aquí y decir con confianza que ya nos hemos alejado del abismo económico", dijo al Congreso.

No obstante, advirtió que pasarán unos cuantos meses antes de que la economía norteamericana funcione a pleno régimen.

Pero Obama se propone dejar claro hoy que el momento es de "transición" de las políticas de "salvamento" a las de retorno al "crecimiento sostenido", explicó Lawrence Summers, un alto consejero económico del presidente.

El mandatario recordará asimismo sus ambiciosos proyectos de transformar la economía norteamericana y tornarla menos dependiente de las "burbujas" que aseguraron su expansión, pero Summers no afirmó que Obama se proponga anunciar de inmediato nuevas iniciativas importantes en materia financiera.

Obama, cuya elección se debió en gran parte a la desmesura de Wall Street, dio a conocer en junio los detalles de su plan para reforzar el control de las finanzas por las autoridades, después de muchos años de desregulación y de políticas ultraliberales.

Lograr que el Congreso apruebe esta reforma se anuncia como una de sus tareas más inmediatas, mientras su gran prioridad en lo interno es la reforma de la salud, que viene tropezando con fuertes resistencias en el Congreso.

"Creemos que es muy importante que la reforma financiera se adopte este año", dijo Summers, quien quiere creer que el Congreso es capaz de aprobar ambas reformas.

Para alcanzar ese objetivo, Obama necesitará todo su capital político. Y si el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, entrevé "las primeras señales de crecimiento" en Estados Unidos, los dirigentes estadounidenses reconocen que, debido a un efecto de inercia, el desempleo debe seguir creciendo, hasta tal vez superar el 10% hasta fin de año.

En la actualidad los desocupados son un 9,7% -es el mayor porcentaje registrado desde junio de 1983-. Uno de los sectores más perjudicados es el de los hispanos: un 13% no tienen trabajo.

La quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008 expuso los defectos del sistema de regulación y de vigilancia bancaria estadounidense, que sigue incompleto un año más tarde, a pesar del proyecto de reforma impulsado por Obama.

¿Ejemplo de la ceguera de los reguladores? Uno de las principales autoridades de control, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, juzgaba, en julio de 2008, que el sistema bancario estaba "bien capitalizado". Desde esas palabras desafortunadas, quebraron, además de Lehman, más de 100 bancos estadounidenses. Las grandes debilidades del sistema fueron identificadas: división de las tareas, la laxitud de las normas y de los reguladores encargados de hacerlas aplicar, política de remuneraciones que incitaba a una toma inconsiderada de riesgos y ausencia de control sobre sectores enteros de la actividad financiera.

Las cifras

9,7% Es el porcentaje de desocupados que hay en EE.UU. según datos de agosto; entre los hispanos el desempleo llega al 13%.

216 Son los miles de puestos de trabajo que las empresas de Estados Unidos eliminaron durante el mes de agosto.

Cronología de la crisis financiera

7 de septiembre El Tesoro pone bajo tutela a los gigantes del crédito hipotecario Freddie Mac y Fannie Mae a fin de que puedan reestructurar sus finanzas, garantizando su deuda por US$ 200.000 millones.

12 de septiembre La acción de Lehman Brothers cae 13,5% en la Bolsa de Nueva York. Su valor bursátil cae 90% en un año.

15 de septiembre Lehman Brothers declara la quiebra mientras que Bank of America anuncia la compra de Merrill Lynch, otra institución estrella de Wall Street. AIG cae más de 60% en Bolsa, contribuyendo a hundir el índice Dow Jones, que pierde 504,48 puntos, equivalente a 4,42%. En tanto, en Europa y Asia las bolsas también se desploman.

16 de septiembre El Estado federal nacionaliza de hecho la aseguradora AIG, en riesgo de quiebra, aportando una ayuda de 85.000 millones de dólares a cambio de 79,9% de su capital. El Dow Jones cierra nuevamente en baja, de 4,06%.

18 de septiembre Las autoridades anuncian que se prepara un plan por US$ 700.000 millones para aliviar a los bancos de sus préstamos riesgosos acumulados en el sector inmobiliario.

21 de septiembre Los dos últimos bancos de inversiones del país, Goldman Sachs y Morgan Stanley, renuncian a su estatuto para convertirse en simples holdings bancarios a fin de poder beneficiarse del apoyo financiero del Estado federal, a cambio de adherir a la reglamentación más estricta de las autoridades bancarias.

26 de septiembre Con la ayuda de las autoridades federales el banco JPMorgan toma el control de su rival Washington Mutual, que se declara en quiebra.

29 de septiembre La Cámara de Representantes rechaza el plan de rescate, provocando la mayor caída en puntos que haya registrado Wall Street: -6,98% o 777,68 puntos y más de 1 billón de dólares que desaparecieron del mercado. Las bolsas mundiales también se hunden: más de 4% la de Francfort, más de 5% Londres y París, 8% Bruselas, Viena y Oslo, cerca de 9% la de Amsterdam y casi 13% Dublin.

3 de octubre Congreso aprueba el plan de rescate.

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