El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que tras la intervención a la distribuidora de juguetes Kreisel y la incautación de unos cuatro millones de objetos lúdicos hay que dar un nuevo "paso" y consideró pertinente fundar en sus instalaciones una fábrica juguetera administrada por el "pueblo".
"¿Qué va a pasar con esta empresa? Al gabinete económico se lo dejo, al buró político se lo dejo, este gran capital, tiene 200 tiendas, los dueños salieron huyendo del país, cometieron graves delitos en el país. ¿Qué va a pasar?", se preguntó el presidente en su programa "En contacto con Maduro".
El gobernante consideró que "es una buena idea" fundar con los artesanos jugueteros venezolanos "una empresa de producción y distribución de juguetes nacionales con el apoyo de tecnología internacional china".
El superintendente de Precios de Justos, William Contreras, que se ha encargado personalmente de las intervenciones y decomisos, propuso que uno de los principales almacenes de la empresa, ubicado en las afueras de Caracas, se convierta en la fábrica de juguetes."Yo recomendaría como primer paso la ocupación temporal de esta empresa", señaló.

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