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Estonia, Letonia y Lituania se desconectaron este fin de semana de la red eléctrica rusa para integrarse al sistema europeo, un proceso estratégico lanzado hace años y convertido en una urgencia tras la invasión de Ucrania por Moscú.
Las tres repúblicas bálticas, integrantes de la Unión Europea (UE) y la OTAN desde 2004 y antiguamente soviéticas, estaban conectadas a la red rusa desde los tiempos de la URSS.
“Hemos eliminado la posibilidad teórica de que Rusia pueda utilizar como un arma el control de la red energética”, declaró el sábado el ministro lituano de Energía, Zygimantas Vaiciunas. El ministro indicó que el proceso de desconexión concluyó ese día a las 07H09 GMT. “Esperábamos este momento desde hace mucho tiempo”, dijo a la prensa tras entrevistarse con sus homólogos estonio y letón.
“El sistema energético de los estados bálticos está al fin en nuestras manos”, se felicitó.
Una vez desconectados de la red rusa, los tres países funcionaron en “modo aislado” durante 24 horas para probar la frecuencia de su red. A continuación estaba previsto que se unieran a la red europea a través de Polonia, fronteriza con Lituania. Responsables de ambos países pusieron en marcha el proceso de sincronización ayer domingo al mediodía.
Los tres países han previsto celebraciones oficiales. Letonia cortó físicamente un cable eléctrico que la conecta a Rusia, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, participó ayer en una ceremonia con los dirigentes bálticos en Vilna, la capital lituana. En la red X, la jefa de la diplomacia de la UE, la ex primera ministra estonia Kaja Kallas, habló de una “victoria para la democracia”.
Los actos del fin de semana culminaron un proceso de años, que resultó complicado por problemas técnicos y financieros, y por la necesidad de diversificar mientras tanto la red de suministro eléctrico por medio de cables submarinos. El giro se volvió urgente tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, que despertó en los países bálticos el miedo a ser el siguiente objetivo del Kremlin.
Estonia, Letonia y Lituania dejaron desde entonces de comprar gas y electricidad a su poderoso vecino, pero sus redes eléctricas siguieron conectadas a Rusia y Bielorrusia, y la regulación de la frecuencia bajo control de Moscú. Lo que significaba que las tres repúblicas bálticas seguían dependiendo de Rusia para tener un flujo eléctrico estable, esencial entre otros para la actividad industrial.

Advertencias
Las autoridades han avisado que podría haber incidentes. “Hay varios riesgos posibles a corto plazo, como operaciones militares contra infraestructuras críticas, ciberataques y campañas de desinformación” procedentes de Rusia, apuntó el Departamento de Seguridad lituano.
El operador eléctrico polaco PSE anunció el envío de helicópteros y de drones para vigilar la conexión con Lituania. Y el presidente letón, Edgars Rinkevics, dijo al canal LTV1 que los tres países, si bien están “totalmente preparados”, no pueden “descartar posibles provocaciones”.
En Estonia, policías y voluntarios estarán apostados en las infraestructuras eléctricas esenciales hasta el fin de semana próximo, para prevenir eventuales sabotajes.
En los últimos meses fueron dañados varios cables submarinos usados para el suministro energético y las telecomunicaciones en el mar Báltico. Expertos y políticos han acusado a Rusia de estar detrás, lo que el Kremlin ha desmentido.
Unión Europea
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y los líderes de los países bálticos saludaron ayer domingo que Estonia, Lituania y Letonia hayan sincronizado de forma exitosa sus redes eléctricas con el área síncrona de la Europa Continental, después de desconectarse ayer de la red rusa.
“La sincronización del sistema eléctrico de los Estados bálticos con el sistema de Europa Continental se ha completado de forma exitosa. Es un momento histórico para Lituania, Letonia y Estonia”, declaró el presidente lituano Gitanas Nauseda en un acto en Vilna con sus homólogos bálticos, con Von der Leyen y con el presidente polaco, Andrzej Duda.
“Ahora hemos alcanzado la independencia energética total. El periodo de la presión política y del chantaje finalmente ha terminado”, enfatizó.
“Las líneas eléctricas con Rusia y Bielorrusia han sido desmanteladas (...) Esto es libertad”, declaró por su parte la presidenta de la CE.
Sobre los riesgos, destacó que las prioridades deben ser la prevención, la colocación de más cables, la detección de actividades sospechosas, la reparación y la disuasión para que los actores hostiles no se atrevan al sabotaje, afirmó.
Comisión Europea: inversión en la defensa de la OTAN
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, también se refirió en su discurso al gasto en defensa de la Unión Europea en un momento en el que la guerra de Ucrania está a punto de cumplir su tercer año. “Estonia, Lituania, Letonia y Polonia están entre los países de la OTAN que más invierten en defensa en relación al PIB. La OTAN sigue siendo la base de nuestra defensa, pero está claro que necesitamos un aumento (del gasto) en defensa a nivel europeo”, afirmó.
Von der Leyen reconoció que el presidente estadounidense, Donald Trump, tiene “una nueva agenda” y que la UE reconoce que hay “potenciales retos” en la relación transatlántica, pero que los Veintisiete están preparados y Europa no cambiará de rumbo en lo que respecta a sus compromisos globales.
Por su parte, el presidente Estonio, Alar Karis, advirtió ayer domingo que a pesar de las desconexiones de la red rusa, la dependencia energética europea de Rusia aún se mantiene. “Por desgracia Europa todavía compra gas natural licuado de Rusia y la flota rusa en la sombra sigue creando problemas para nosotros en el mar Báltico”, afirmó. EFE
