CIUDAD DEL VATICANO | ANSA y EFE
El Vaticano presentó ayer un voluminoso estudio sobre los años negros de la Inquisición, en los que la tortura fue legalizada por la Iglesia, razón por la cual siete siglos después el papa Juan Pablo II pidió perdón a nombre de los católicos.
El Papa reiteró el "arrepentimiento" de la Iglesia por los pecados de intolerancia cometidos durante su historia, en una carta que difundió ayer.
El Vaticano, sin embargo, rechazó "culpas ajenas" y también lo que llamó "lugares comunes" sobre estos temas.
La Inquisición torturó y mató a menos personas de lo que se afirma, tuvo menos ensañamiento contra las "brujas" que los tribunales civiles, y los países protestantes hicieron más hogueras con herejes que los católicos, se dijo ayer en el Vaticano al presentar las 786 páginas del volumen "La Inquisición".
La obra contiene ensayos de historiadores incluidos en las actas del convenio internacional sobre la Inquisición elaborado en el Vaticano en 1998.
La obra fue presentada por los cardenales franceses Roger Etchegaray (presidente del Comité para el Jubileo), Georges Cottier (presidente del Comité histórico-científico ) y Jean Louis Tauran, bibliotecario de la Iglesia.
CIFRAS. Las resoluciones de los jueces de la Inquisición que condenaron a la tortura o a la muerte a los perseguidos "no fueron tan frecuentes como se creyó durante mucho tiempo", sostuvo Agostino Borromeo, el curador del volumen.
Sobre cien mil procesos en general a herejes, no solamente de la Inquisición sino también de tribunales civiles celebrados en toda Europa, 50.000 procesados terminaron en la hoguera, pero la mayoría fueron condenados por jueces civiles.
En cambio, en 125.000 procesos específicos de la Inquisición española a supuestas brujas, apenas 59 terminaron en la hoguera, agregó.
La Inquisición portuguesa quemó a cuatro mujeres y la italiana a 36.
El mayor número de ejecuciones por brujería se efectuaron en Alemania —donde fueron quemadas 25.000, de una población de 16 millones de habitantes— así como en otros países europeos con fuerte presencia de protestantes.
En Italia, 1.000 mujeres fueron quemadas por "brujas", de una población, por entonces, de 13 millones de habitantes, y en Francia, con 20 millones de habitantes, fueron a la hoguera 4.000.
Esos datos demuestran, según Borromeo, que la Inquisición —a la que no se exime de sus culpas— se ensañó contra las "brujas" mucho menos que los tribunales civiles y los países protestantes.
HISTORIA. Entre fines del siglo XII y principios del siglo XIII la Iglesia consideró insuficiente la represión de las "herejías" de cátaros, albigenes y valdenses por obra de los medios ordinarios y de la autoridad de los obispos, y entonces nombró a sus propios delegados con el encargo de buscarlos y juzgarlos, dando así nacimiento a la Inquisición.
Los tribunales permanentes durante el siglo XIV se difundieron en toda Europa y fueron confiados en un primer momento a la orden de los dominicos y posteriormente también a los franciscanos.
En España la Inquisición dio un "salto de calidad" en sus capacidades de investigación y represión, contribuyendo junto a las expulsiones de moros y judíos al objetivo de la uniformidad religiosa del país.
Desde fines del siglo XV la Inquisición española se ocupó también de la persecución de judíos convertidos, llamados "marranos", acusados de hacerse bautizar para huir de las expulsiones pero permaneciendo fieles a su religión.
En el siglo XV, cuando el papado luchaba contra la reforma protestante, la Inquisición se institucionalizó en una congregación romana que siglos después, en 1908, fue llamada Santo Oficio.
En 1968 cambió otra vez su denominación y adoptó el nombre de Congregación para la Doctrina de la Fe.
Entre los procesos célebres del Santo Oficio figuran el que se hizo contra Galileo Galilei, "culpable" de apoyar las tesis de Copérnico, condenadas por la Iglesia, y el que condenó a la hoguera a Giordano Bruno, dominico y filósofo, acusado de herejía.