CIUDAD DE MÉXICO. Peritos forenses de la Procuraduría General empezaron a analizar en la Ciudad de México, con las técnicas más avanzadas, los primeros restos humanos de un hombre contratado por un capo de las drogas, que disolvió cientos de cadáveres en ácido.
Los primeros restos humanos desechos y colocados dentro de barriles metálicos por Santiago López, conocido como "El Pozolero", en la ciudad norteña de Tijuana, fueron hallados el pasado 28 de noviembre.
La sangre y los huesos de algunas de las 300 personas que supuestamente disolvió, serán sometidos a exámenes de ADN para identificarlas, a fin de confrontar su identidad con las listas de desaparecidos.
Los primeros restos fueron localizados en un predio del barrio Granjas de Maclovio Rojas, al este de Tijuana, frontera con California.
El propio "Pozolero" -nombre que deriva de "Pozole", un platillo típico mexicano a base de maíz y carne- reveló que en ese sitio disolvió con soda cáustica más de 300 cuerpos.
Familiares de desaparecidos tienen esperanzas de que entre los restos figuren los de sus parientes.
El "Pozolero" fue detenido el 23 de enero del 2009 y cobraba 600 dólares por semana por hacer el trabajo de "limpieza", que él consideraba "como cualquier otro".
El hombre dijo a la Policía que trabajó durante una década para criminales, pero los últimos seis años para el capo Teodoro Simental, detenido un año después, quien se separó del cártel de los Arellano Félix en 2008, para convertirse en su feroz enemigo y reconocido como "muy sanguinario".
Santiago López relató que le bastaban 24 horas para que los cuerpos fueran casi disueltos con su macabra técnica, aunque siempre quedaban dientes y un líquido con una mezcla de sangre y fluidos humanos, que luego enterraba en una fosa clandestina. ANSA