La eurodiputada española Clara Ponsatí fue detenida este martes a las pocas horas de haber regresado a España, tras más de cinco años huida para evitar ser procesada por la declaración unilateral de independencia en la región de Cataluña en 2017.
Clara Ponsatí fue detenida por agentes de la Policía de Cataluña en virtud de una orden de arresto del Tribunal Supremo español por un supuesto delito de desobediencia al facilitar el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de ese año. De todas maneras, Ponsatí, de 66 años, no corre peligro de ser enviada a prisión, gracias a una reciente reforma del Código Penal.
La detención se produjo en las calles de Barcelona, después de que Ponsatí, europarlamentaria por la formación independentista catalana de izquierdas JxCat, diera una rueda de prensa tras llegar a España por tierra desde Francia.
Ponsatí decidió regresar a España una vez que el Supremo le retiró la acusación de sedición por la que inicialmente fue procesada, que a diferencia de la desobediencia sí acarrea penas de cárcel, después de que este delito haya sido suprimido en España.
A su regreso, aseguró que vuelve no para hacer "ningún pacto con el Estado", sino para "denunciar la vulneración sistemática" de los derechos de los catalanes y para "plantar cara".
"Soy eurodiputada y tengo inmunidad en toda la Unión Europea; solo en España no se me reconoce", afirmó en la rueda de prensa, en la que dejó claro que no reconoce la competencia del Tribunal Supremo y calificó como "una inconsistencia" el que la detuvieran.
"Si me detienen, deberán atenerse a las consecuencias", dijo, desafiante, asegurando que utilizaría "todas las vías legales para defender (sus) derechos políticos".
La europarlamentaria llevaba desde 2017 fuera de España, con estancias en Bélgica y el Reino Unido, sin que fructificaran varias órdenes europeas de detención emitidas por la Justicia española, en medio además de una disputa sobre si tiene o no inmunidad como eurodiputada.
Antes de su regreso, Ponsatí había recurrido sin éxito la orden de detención por desobediencia, al considerar que como eurodiputada dispone de inmunidad parlamentaria y que su presunto delito ya habría prescrito.
La ahora eurodiputada era responsable de Educación en el Gobierno regional de Cataluña cuando se proclamó de forma unilateral la independencia de España y era uno de sus miembros reclamados por la Justicia española tras huir fuera del país, junto a otros como el entonces presidente catalán Carles Puigdemont, también europarlamentario. Este, instalado en Bélgica, denunció en Twitter la "detención ilegal" de Ponsatí.
Otros líderes independentistas fueron condenados a prisión por delitos como sedición, aunque años después fueron indultados. Los fugados, por su parte, son reclamados por la Justicia española, a la vez que mantienen una disputa legal sobre la inmunidad de los que son eurodiputados, que primero les fue retirada y luego devuelta de forma cautelar mientras sigue el litigio.
El delito de sedición ha sido eliminado de la legislación española, pero los fugados pueden ser juzgados si vuelven a España por otros como malversación, penado con prisión, o desobediencia, que no conlleva pena de cárcel.
AFP / EFE