El divorcio del Reino Unido de la UE
Esta vez es la oposición laborista, aunque no tendría votos.
El Brexit sigue empantanado y comprometiendo seriamente la continuidad del gobierno de la primera ministra Theresa May. La pregunta es si llegará al 29 de marzo, la fecha fijada para que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE).
May dijo ayer lunes en la Cámara de los Comunes que llevará su acuerdo de Brexit de vuelta al Parlamento para que sea votado a mediados de enero, prometiendo que obtendrá garantías de la UE para romper el estancamiento sobre la salida de Reino Unido del bloque europeo.
La votación a mediados de enero podría aumentar la presión sobre los diputados, al enfrentarles con el panorama de tener que elegir entre su acuerdo o salir sin uno, un escenario de pesadilla para las empresas.
Además, el líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, subió ayer la presión sobre May anunciando un voto de censura en su contra por demorar la votación de los legisladores sobre su plan Brexit. "Esto es inaceptable de cualquier manera", dijo Corbyn en la Cámara de los Comunes, y reclamó que el tema se vote antes de la Navidad.
Si bien un voto de censura contra May no sería vinculante, se sumaría a la sensación de que está inmersa en una crisis. Ayer no estaba inmediatamente claro cuándo se votará la censura.
May prevé que el Parlamento vote el acuerdo en la semana que comienza el lunes 14 de enero, es decir, más de un mes después de la fecha original del 11 de diciembre, que fue suspendida por la primera ministra tras admitir que se enfrentaba a una dura derrota.

Tras una semana agitada en la que sobrevivió a una cuestión de confianza planteada por legisladores de su propio partido Conservador, y buscó cambios de último minuto en el acuerdo con el UE, May reiteró ayer que la elección está entre su acuerdo, salir de forma desordenada o que no haya Brexit.
"Sé que no es un acuerdo perfecto para todos. Pero si dejamos que lo perfecto sea enemigo de lo bueno, entonces nos arriesgamos a dejar la UE sin acuerdo", dijo a los legisladores, en medio de ostensibles gritos de protesta.
Divisiones.
El Parlamento británico está profundamente dividido, con facciones que abogan por diferentes alternativas, desde un Brexit sin acuerdo o continuar en la UE.
May y sus ministros han descartado repetir el referéndum, argumentando que profundizaría las divisiones y traicionaría a los votantes que respaldaron el Brexit por un 52 contra 48% en 2016.

"No rompamos la confianza del pueblo británico organizando otro referéndum" sobre el Brexit, dijo May ante la Cámara de los Comunes. Una nueva consulta popular "provocaría un daño irreparable a la integridad de nuestra política" y "diría a los millones de personas que confiaron en la democracia que la democracia no cumple".
Según la prensa británica, varios miembros del gobierno, entre ellos el número dos de Downing Street, David Lidington, están moviendo hilos entre bastidores para un segundo referéndum.
Por su parte, el ex primer ministro laborista Tony Blair (1997-2007) afirmó el viernes que si los diputados "no pueden ponerse de acuerdo, lo lógico es volver a dar la voz al pueblo". Este comentario fue muy mal recibido por May, quien subrayó ante los parlamentarios que una segunda consulta "dividiría aún más a nuestro país, precisamente en un momento en el que nosotros trabajamos para unirlo".
"La primera ministra intenta descartar la consulta popular porque cada día es más probable", afirmó Amanda Chetwynd-Cowieson, cofundadora del movimiento estudiantil For our Futures Sake (en el nombre de nuestro futuro).
Esta situación llevó al líder laborista Corbyn a decir ayer que May es la arquitecta de una crisis constitucional, "liderando el gobierno más caótico de la historia británica moderna".
Estrenan "Leave", la película del Brexit
El actor británico Benedict Cumberbatch protagoniza una película sobre la campaña a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea antes del referéndum de junio de 2016, que se estrenará en enero. La película fue producido por la cadena HBO en colaboración con la BBC, Channel 4 y House Productions. Cumberbatch protagoniza a Dominic Cummings, uno de los asesores políticos de la campaña del Leave (salida).