ANA PAIS
Por las noches, unos pequeños pero tenebrosos bichos recorren los baldíos de Montevideo. Son escorpiones europeos que, si bien ingresaron hace muy poco al país, ya asustaron a varios vecinos.
De las siete especies de escorpiones conocidas en Uruguay, el Euscorpius flavicaudis (que quiere decir "escorpión de cola amarilla" en latín), es la vedette del Laboratorio de Etología del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.
Carlos Toscano es quien estudia a estos y otros "bichitos", como les llaman él y el resto de los investigadores de forma afectuosa. Toscano los manipula sin temor, aunque no por falta de picaduras, pinchazos y mordeduras.
El primer ejemplar del escorpión europeo lo encontró un hombre en su casa, ubicada en India Muerta y Emilio Romero en 1998. "Cuando fuimos, fundamentalmente porque esta persona estaba preocupada por la presencia de niños en su hogar, nos dimos cuenta que el terreno adjunto era baldío. Ingresamos y nos encontramos con una colonia bastante grande", contó Toscano.
La especie es una de las primeras que se describió en el mundo y habría llegado a Uruguay por vía antropológica, en algún barco proveniente de Europa que atracó en el puerto de Montevideo. Hoy se expande por Prado y Curva de Maroñas, pero en unos años estarán en buena parte del departamento.
Lo peor para quien se cruza con un alacrán es el susto: sólo una de las especies que habitan en Uruguay es peligrosa para el ser humano y está restringida a Colonia. "En Argentina ha llegado a causar la muerte a niños, personas mayores o que tienen dificultades para acceder a un centro asistencial rápido. Una persona saludable y con médico cerca, no tiene mayores complicaciones", explicó el investigador.
No obstante, en unos años la situación podría cambiar. Dos de los tipos de escorpiones más venenosos del mundo, ya aparecieron en Rio Grande do Sul y continúan desplazándose hacia el Sur por el cambio climático.
De todos modos, los ataques de estos bichos a personas son accidentales. "En las películas cuando quieren matar a alguien le ponen uno en la cama, pero igual es poco probable que lo piquen -dijo Toscano-. Ellos reconocen el exterior en forma táctil y nosotros desplazamos un volumen muy importante de aire y vibraciones que hacen que no se metan con nosotros".
VENENO. El comportamiento reproductor de los escorpiones europeos es uno de los elementos que están estudiando junto a un equipo de Córdoba.
"Durante el cortejo el macho aguijonea a la hembra y si bien no es exclusivo de esta especie, es muy raro. No sabemos si le transfiere veneno, si es una acción mecánica consecuencia de estimular o apaciguar la agresividad de la hembra, o si se trata de un comportamiento tipo ritual", explicó Toscano.
El aguijón de los alacranes funciona como una aguja hipodérmica. El veneno sale de un pequeño orificio ubicado milímetros antes de la punta, la cual es de constitución fuerte para poder entrar en la estructura armada de sus presas e inocular el veneno.
Al igual que las arañas, estos bichos son depredadores obligados. Se alimentan de determinado tipo de insectos, a los que cazan y comen.
El tamaño de las pinzas es de proporción inversa a la toxicidad del veneno: a menor desarrollo de los pedipalpos (nombre científico), más poderosa es su toxina. Aunque pocos pueden hacer este razonamiento ante semejante bicho. "El veneno es un elemento muy `caro` porque es un cóctel de vitaminas", dijo el científico. Tomó una hembra preñadas y continuó: "En este momento, la bicha está enfocada en generar su descendencia. Lo único que hace es alimentarse y quedarse quieta para quemar la menor cantidad de energía posible. No tiene sentido gastar veneno en algo que no es una presa".
APLICACIONES. La investigación de Toscano sobre estos alacranes forma parte de la llamada ciencia básica. El objetivo es generar conocimiento sin más aplicación que abrir nuevas puertas a otros científicos.
Sin embargo, Cuba ya está aplicando una vacuna hecha con una síntesis de la toxina de un tipo de escorpión bastante común en el país, para frenar o encapsular el cáncer en pacientes terminales. Según Toscano el producto ha tenido buenos resultados, pero aún continúa en fase de experimentación.
Un bicho con larga historia
"Escorpión" y "alacrán" son dos formas de designar un mismo animal, según se prefiera la raíz latina o la árabe. En realidad, casi todas las lenguas tenían un término para estos bichos. Egipcios, sumerios, babilonios y aztecas, son algunas de las civilizaciones que integraron al escorpión a sus creencias, ya fuera como dios, demonio o ambos. Para los zapotecas, por ejemplo, cuando aparecía uno en medio de una conversación, creían que era un espía del diablo. En la mitología maya cumplía un rol dual: era tanto el dios de los infiernos como de las cosechas, ya que es un efectivo controlador biológico. Es más, la primera constelación recibió el nombre de escorpión.