Qué hacer en caso de un ahogamiento

| Es una causa muy frecuente de muerte accidental. Es vital el rescate inmediato para iniciar la reanimación.

EDUARDO CASANOVA | MÉDICO DE UCM

Las medidas preventivas en la temporada estival no impiden por completo los accidentes por ahogamiento. En los Estados Unidos llegan a constituir la cuarta causa de muerte accidental. En los adultos, un alto porcentaje se relaciona con la ingesta de alcohol. En los niños los máximos picos de frecuencia se producen antes de los 5 años, y entre los 15 y 19 años.

Existen distintas situaciones de accidentes en el agua. Una primera, catalogada como de "rescate en el agua", tiene lugar cuando la persona presenta cierta dificultad mientras nada, pero sin trastornos de conciencia y sólo con síntomas mínimos y transitorios, como tos y nerviosismo. En dicho caso la recuperación es rápida, no requiriéndose trasladar al paciente. Cuando se sufre "inmersión", y luego se padece una importante dificultad respiratoria, aunque el paciente se mantenga lúcido, requerirá apoyo en el lugar, y luego deberá ser trasladado para completar su evaluación. La situación de ahogamiento constituye un episodio más grave, a menudo fatal, que puede concluir con la muerte en el mismo lugar, mientras se intenta la reanimación, en cuyo caso se habla de una "víctima de inmersión". En circunstancias en que la muerte se produce en forma diferida, por complicaciones respiratorias ulteriores, se habla de "ahogamiento secundario". Una última modalidad posible de muerte por inmersión, es la que tiene lugar en el llamado "síndrome de hidrocusión", cuando el mecanismo es por estimulación vagal, que desencadena el paro cardíaco por inmersión en agua fría.

Cuando la inmersión lleva a la muerte, la causa determinante es el paro cardíaco por hipoxia (falta de oxigenación), debido a que se impide la ventilación pulmonar cuando el aire alveolar es sustituido por agua. En casos especiales puede incidir la hipotermia que, cuando existe, debe revertirse. Para el pronóstico del ahogado resulta crítico el tiempo de duración de la hipoxia. En la situación habitual, las primeras maniobras deben ir dirigidas a restablecer la ventilación y oxigenación pulmonar. Por ello, es vital el auxilio inmediato, rescatándole del agua para iniciar la reanimación cardiopulmonar, mientras se alerta a la emergencia médica móvil.

¿Hay que internar a quién no se ahogó?

Aunque sólo requiera de maniobras mínimas de resucitación, y la persona recupere la conciencia en el lugar, es recomendable que sea trasladado a un centro de salud para controlar el tórax con radiografías, y seguir de cerca su evolución en las horas siguientes.

¿Cuándo hacer respiración artificial?

Si el paciente carece de movimientos respiratorios propios, debe iniciarse la respiración artificial. Su inicio normalmente se consigue cuando la víctima está en aguas poco profundas, o ya fuera del agua. No resulta imprescindible retirar el agua aspirada de la vía aérea.

¿Hay que sacar el agua del cuerpo?

No se deben hacer maniobras de compresión abdominal, para intentar sacar el agua, en primer lugar porque podría agravar una posible lesión a nivel de la médula. Además, esto puede provocar un vómito, y su aspiración agravaría mucho la situación.

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