Asesinó a su pareja trans y fue condenado a 16 años de prisión efectiva

Corría el mes de setiembre de 2022, cuando una llamada al 911 alertaba sobre la presencia de una persona con una herida de arma blanca en el pecho, en el barrio El Talar de Pando. La denuncia generó la presencia inmediata de la Policía de Canelones, cuyos oficiales se entrevistaron con los testigos.

Se trataba de los familiares de la víctima, padres y hermanos, quienes pedían trasladarla a un centro asistencial. La mujer trans, de 38 años, estaba ensangrentada y agonizando.

Con el objetivo de salvar su vida, fue trasladada hasta el Hospital de Pando y desde allí a Montevideo para ser intervenida. Sin embargo, el personal médico no logró salvar su vida y falleció horas después de arribar a la capital. La víctima padeció una gran pérdida de sangre, que le provocó una anemia aguda.

Su muerte comenzó una investigación para identificar al responsable del crimen.

“La víctima Juan Carlos Alegre, conocido en su vida de relación como Salomé”, según figura en la sentencia del caso, había señalado a su pareja como el homicida. Lo había hecho tanto a su hermano como a los policías y personal médico que la asistieron durante su traslado a los centros asistenciales.

La víctima explicaba que “El Pelota” -como solían apodar a su pareja- la había acuchillado y que su intención era denunciarlo ante las autoridades.

Sus palabras fueron reproducidas por los testigos, quienes declararon ante la Fiscalía a cargo de Gabriela Yanieri.

La autopsia realizada por equipos forenses determinó que la herida de arma blanca había ingresado a la altura del pecho y perforado el corazón de Salomé.

“Herida de aproximadamente 5 centímetros en la aurícula derecha, que atraviesa el espesor de la pared llegando a cavidad. Compromiso de ventrículo izquierdo”, detalló el estudio médico, al que tuvo acceso El País.

El arma homicida no pudo ser identificada, pero fuentes policiales presumen que se utilizó un cuchillo de cocina por la profundidad de la herida.

El joven de 18 años fue capturado un día después del crimen, cuando fue formalizada la investigación en su contra.

Las pruebas que lograron recabar las autoridades del caso, hicieron posible la reconstrucción de lo ocurrido aquella madrugada del 6 de setiembre. A raíz de esto también se obtuvo la confesión del homicida.

Según figura en el documento de la sentencia, Salomé y El Pelota padecían un consumo problemático de drogas, que los había llevado a conocerse y comenzar a vivir juntos.

El día del crimen, el joven increpó a su concubina para que le otorgara dinero y así poder comprar más drogas. Ante la negativa, el homicida la instó a que saliera “a trabajar”. Con esto se refería a que se prostituyera, algo que la víctima ya había hecho alguna vez.

La discusión escaló rápido y culminó con la puñalada del joven a la mujer trans.

Luego del crimen, El Pelota se fugó del lugar y buscó no ser detectado por las autoridades.

A través de un proceso simplificado -donde no se diligencia toda la prueba- el acusado fue condenado por la jueza Erika Armendano a cumplir 16 años de prisión efectiva.

En su contra se tipificó un delito de homicidio especialmente agravado, por haber sido cometido contra su concubina. Junto a los agravantes de nocturnidad y el abuso de fuerzas o uso de armas.

El victimario obtuvo una pena menor a la que se suele otorgar para este tipo de crímenes, pues se tomó en cuenta su primariedad en el delito, la confesión y que presentaba una “minoridad relativa” al momento de cometer el homicidio.