Opositores desafían a Chávez en su terreno

OPOSICION. Militantes de Acción Democrática se juntaron en Catia, bastión del presidente Chávez, para protestar contra el gobierno. 200x250
OPOSICION. Militantes de Acción Democrática se juntaron en Catia, bastión del presidente Chávez, para protestar contra el gobierno.
AP

Caracas | AP/AFP. El partido Acción Democrática, que antes de la llegada de Hugo Chávez al poder había ganado cinco de las ocho elecciones presidenciales que se realizaron en los primeros 40 años de democracia, dejó hoy su ostracismo y desafió al mandatario en su propio territorio: la barriada pobre de Catia.

Los socialdemócratas expresaron su oposición al gobierno en una masiva manifestación que fue interrumpida por un ataque armado que dejó por lo menos un muerto y quince heridos.

Desconocidos abrieron fuego desde un edificio contra una calle repleta de manifestantes adversarios de Chávez que protestaban en otrora uno de sus principales bastiones.

Voceros oficialistas, entre ellos José Albornoz, secretario general del oficialista partido Patria para Todos, había advertido que "va haber violencia" y catalogó el acto como una "provocación" debido a la popularidad que goza el mandatario venezolano en Catia.

Muchos de los habitantes de Catia, piensan lo contrario.

"Pese a que nos cayeron a plomo, la gente de Catia está dejando el miedo que algunos grupos armados tratan de alimentar para evitar la protesta contra Chávez", dijo Ricardo Galvan, un vecino de la zona que portaba un letrero con la consigna "Chávez vete ya".

"Estamos mostrando la cara para demostrar que no estamos intimidados", indicó María Eugenia Alvarez, una vendedora ambulante de 27 años.

Catia, el distrito más peligroso y grande de Caracas con un estimado de dos millones de habitantes, casi la mitad de la población de la capital venezolana, es considerado un bastión del chavismo en Caracas, sin embargo, fue el lugar electo por los líderes socialdemócratas para relanzar su partido.

"Chávez perdió la calle, su popularidad viene en picada", dijo el diputado opositor y líder socialdemócrata Henry Ramos Allup a periodistas.

"Por ello un grupúsculo de violentos y desadaptados que apoyan todavía a Chávez han querido sabotear nuestra concentración, han tratado de intimidar a la gente para que no venga. Pero a pesar de eso estamos aquí demostrando que somos una fuerza y que Chávez está acabado", agregó.

Ante el temor de posibles enfrentamientos callejeros fueron emplazados unos 2.500 policías y militares en las calles de la capital para garantizar el orden público.

"En Venezuela donde los crímenes políticos eran virtualmente desconocidos, desde abril de 2002, se han asesinado unas 57 personas y se han herido con armas de fuego a más de 300, en un contexto de violencia política que incluye el hostigamiento y amedrentamiento", señaló Cofavic.

"Sin importar la cantidad de gente que hay aquí, esto sin debe ser, sin duda, un duro golpe para Chávez, al ver que hasta Catia comienza a distanciarse de él", comentó el ex dirigente socialdemócrata Antonio Ledezma.

La acción de grupos de base del partido de gobierno conocidos como Círculos Bolivarianos, la mayoría de ellos asentados en Catia, fue decisiva para el retorno de Chávez al poder, 48 horas después del fallido golpe del 11 abril del 2002.

Entre el 11 y el 14 de abril del 2002, Venezuela atravesó por lo que podría ser uno de los más difíciles períodos de su historia moderna. Empresarios y mendigos, pobres y ricos tomaron las calles para ventilar su furia. Cuando se asentó el polvo, unas 50 personas habían muerto y Chávez esta nuevamente instalado en el palacio de gobierno.

Los saqueos de pequeños y grandes comercios pareció ser el desquite de los partidarios más humildes de Chávez contra el sector empresarial y comercial, al que culpaban de conspirar para sacarlo del poder.

"Yo voté por Chávez, me consta que en Catia el presidente Chávez era como un dios, pero después de más de cuatro años en el gobierno, estamos ahora peor que antes", dijo Johnny García, un albañil de 26 años a la agencia de noticias AP. "No hay trabajo, la comida a parte de cara, no se consigue, y en cualquier esquina te matan para robarte lo poco que tienes", agregó.

Tres de cada cuatro venezolanos responsabilizan al gobierno por la crisis económica y política.

Un estudio elaborado por la encuestadora privada Datanálisis refiere que 78,9% de los venezolanos estima que la situación del país se ha deteriorado de forma acelerada en los últimos tres meses, y que el panorama económico es "mucho peor".

El producto interno bruto (PIB) venezolano se contrajo en el primer trimestre en un 29,9%, la recesión más severa de su historia, y el desempleo llegó al 20,7% por un aumento del 5,7% con respecto al año previo.

Acusaciones cruzadas

El vicepresidente José Vicente Rangel acusó a la oposición de haber "planificado" el tiroteo y de "sabotear" el pacto electoral anunciado el viernes por el presidente Hugo Chávez para celebrar un referendo revocatorio sobre su mandato, a partir del 19 de agosto según establece la constitución.

Pero Rangel aseguró que el tiroteo no frenará el pacto electoral, previsto para firmarse el martes o miércoles próximo.

La firma del acuerdo fue anunciada por el propio Chávez el viernes desde Cusco (Perú), donde participó en la cumbre presidencial del Grupo de Rio.

"Esto es una provocación buscando un muerto y varios heridos. Esta hipótesis la hemos confirmado", dijo a periodistas Rangel, quien acusó al grupo Bandera Roja (vinculado a la oposición) de activar la violencia en el sector.

Entre los 15 heridos figuran tres efectivos de la militarizada Guardia Nacional, presuntamente emboscados en el sector Agua Salud de Catia antes de iniciarse la concentración, señaló Rangel.

Los tiroteos se sucedieron en la calle Perú, donde se concentraban miles de opositores, y calles adyacentes, incluso con armas largas desde edificios vecinos y del 23 de Enero, indicaron reporteros de la agencia de noticias AFP.

El secretario general de AD, Henry Ramos Allup, responsabilizó por su parte al gobierno. "Estos muertos y heridos son culpa del gobierno y los grupos civiles que lo siguen", dijo al criticar las declaraciones de Rangel, acerca de que se trató de una acción provocada por opositores.

Manuel Cova, secretario general de la máxima central obrera CTV, cuya cúpula dirigente está vinculada históricamente a AD, también culpó al gobierno y pidió a la oposición mantenerse en las calles, "porque el pueblo no puede sucumbir a la violencia".

Por su parte, el diputado democristiano, César Pérez Vivas, lamentó que "el gobierno no haya podido resistir su tentación por la violencia" y acusó a los grupos de izquierda Tupamaro y Carapaica, que operan en el 23 de enero y vinculados al oficialismo, de perpetrar el tiroteo.

Rangel aseguró que el gobierno impulsará las investigaciones para ubicar los autores de los disparos.

El acuerdo que se debe firmar la próxima semana, tras meses de negociaciones bajo la mediación de la OEA, facilitará según los opositores la realización de un referéndum para revocar el mandato de Chávez, reelecto en el 2000 para un periodo de seis años.

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