Eduardo Delgado
Si no fuera por el cáncer que padecía, el arsenal de Saúl Feldman se habría descubierto muchos años después, según la autopsia psicológica. Había anticipado la posibilidad de ser descubierto y elaboró una "sólida táctica" de defensa.
El enigmático caso del economista Saúl Feldman volvió a estar en los medios, tras conocerse que cuatro policías y dos de sus esposas reclamaron indemnizaciones por daños y perjuicios en un juzgado civil, mientras que en otra sede civil se tramita la herencia que dejó.
En octubre de 2009 en una casa de la calle Elba, en el barrio Aires Puros, se descubrió un arsenal -que incluía cientos de armas- pertenecientes a Feldman, quien se suicidó tras asesinar a un policía y resistir el ingreso del Grupo Especial de Operaciones (GEO) a su casa en el balneario Shangrilá.
El expediente judicial incluyó 86 testigos, varias pericias y fue archivado, dejando presente el misterio de las razones que llevaron a Feldman a acumular tanto material bélico y con qué fines. También se anexó al expediente una pericia psicológica ordenada por el juez del crimen organizado Jorge Díaz, que da pistas sobre este misterio y que el fiscal interviniente, Ricardo Perciballe, consideró fundamental para solicitar el archivo del caso.
En dicho informe, realizado por cuatro peritos psicólogos forenses y al que accedió El País, se manejan hipótesis sobre la personalidad y conducta de Feldman. Los profesionales señalan una "probabilidad alta" de que sufriera "trastorno esquizoide" y "síndrome de acumulación", una "probabilidad baja" que perteneciera a una organización armada o fuera un traficante de armas, y una "probabilidad escasa" de "psicosis".
La pericia sostiene que "si no hubiese sido por el cáncer de colon que desde 2004 afectaba a Feldman, habrían pasado muchos años "sin que se tuviera noticia alguna del arsenal existente en la casa de la calle Elba" y la apertura de la misma se habría realizado "por las autoridades competentes por motivos sucesorios".
Los peritos también consideraron que en su momento Feldman "había anticipado la posibilidad de ser descubierto", por ello elaboró una "sólida táctica" de defensa y "otros detalles muy significativos", como por ejemplo dificultar que varios francotiradores lo abatieran desde la casa de enfrente a la suya.
Esquizoide. "Este equipo ha arribado a la conclusión de que el perfil que más se adecúa al que detentaba el contador Saúl Feldman es, como diagnóstico principal, trastorno de personalidad tipo esquizoide, donde evidenciaba un distanciamiento afectivo importante, un aplanamiento emocional y una dificultad en las relaciones interpersonales, entre otras", afirma la pericia.
"Asimismo se evidenciaba según su historia de vida y derrotero singular, un síndrome de acumulación de larga data (armamento, vestimenta y material bélico, cintas de videos, entre otros) donde ponía en escena uno de sus dos mundos disociados y lograba con su conducta acumuladora calmar sus ansiedades de tipo obsesiva y persecutoria", añade.
La autopsia sostiene que en Feldman predominaban "rasgos obsesivos, ideas centradas en la revolución armada que hacia años ya no tenían cabida, construyendo un proyecto idiosincrásico histórico fundado en el ideal de un Comunismo libertario como forma de estructura social justa". En ese sentido recuerdan que siendo estudiante de Economía adhirió al MUSP (Movimiento de Unificación Socialista Proletario, un grupo escindido del Partido Socialista fundado en 1965 y autodisuelto en 1969).
DOS MUNDOS. El cáncer de colon trastorna la vida de Feldman. "Con el tiempo -expresa la autopsia- se fue cristalizando una disociación mental con dos mundos separados, el cotidiano y el que ocultó. Salvo en su último momento de vida donde ambos confluyen como consecuencia de un episodio fortuito y sorpresivo, como fue el incendio de la finca de la calle Elba".
En ese momento Feldman "padeció el derrumbe de su mundo interno con una desorganización de su mente, con pérdida de la realidad y el concomitante develamiento de su mundo más celosamente oculto. (...) Por lo cual optó según sus inflexibles convicciones, en resistir hasta último momento y quitarse su vida en un acto `estoico`", dicen los peritos.
El informe también recuerda que Feldman recogía perros abandonados y que llegó a tener más de 15 (incluida una familia completa con padre, madre y cachorros), "con los cuales establece una relación profunda, sustitutiva de la relación con humanos".
La casa en la calle Elba era "un refugio", donde tenía "un mundo controlable", en el que podía "especular libremente con proyectos imaginarios" y satisfacía sus conductas agresivas, en que pretendía hacer una revolución. Aclaran los profesionales que a su entender "no tenía un propósito de llevar a la práctica" estos proyectos.
La investigación judicial encabezada por Díaz y Perciballe insumió 11 meses y fue archivada en septiembre de 2010.
La Vida del economista
Nació en 1945. Sus padres fueron inmigrantes de Polonia; tiene un hermano siete años mayor.
En 1962 empieza a participar en actos y manifestaciones políticas, y en 1964 ingresa a la facultad de Ciencias Económicas y comienza a concurrir al Club de Tiro.
En 1965, inclina su simpatía por el MUSP, al que ingresa en 1968. En 1973 retoma los estudios en Ciencias Económicas. En 1978, con 33 años, se muda a Shangrilá.
En 1989 abre su estudio contable y en 1990 compra la finca que antes alquilaba y le pone una puerta blindada. En 1991 inicia un proyecto forestal.
En 2002 fallece la madre a consecuencia de un cáncer. En 2004, le diagnostican cáncer de colon. Se jubila del estudio contable, dejándolo en manos de sus empleados.
En 2008 varios testigos observan un marcado descuido personal que se manifiesta principalmente en "mal olor". En octubre de 2009 se suicida tras enfrentar a la Policía.