La NASA, las universidades y grupos privados de Estados Unidos están movilizados para desarrollar sistemas de alerta capaces de localizar con el mayor avance posible pequeños asteroides potencialmente devastadores como el que cayó este viernes en Rusia. La agencia espacial estadounidense subraya, sin embargo, que un fenómeno de este tipo sigue siendo raro: "Un incidente de esta amplitud sólo se produce de media una vez cada 100 años", apuntó Paul Chodas, uno de los responsables del programa de la NASA para la detección de objetos celestes próximos a la Tierra. Científicos rusos, por otra parte, anunciaron ayer el hallazgo de fragmentos del meteorito que explotó mientras caía sobre la región de los Urales creando una onda expansiva que hirió a unas 1.200 personas. Fueron cerca de 50 los fragmentos hallados por científicos de la región. "El meteorito pertenece a la clase de las condritas", informó el jefe de la expedición, miembro de la Academia de Ciencias Viktor Grokhovs-ky. El término designa un tipo específico de meteorito rocoso con una proporción de 10% de hierro. "Confirmamos que las partículas halladas por nuestra expedición cerca del lago Chebarkul presentan la composición de un meteorito", indicó Grokhovsky, y precisó que los fragmentos de roca estaban compuestos por hierro, crisolita y sulfito. Los científicos propusieron que el meteorito sea bautizado "meteorito de Cherbakul", en referencia a la zona en que se hallaron los fragmentos.
El cuerpo rocoso cayó con una fuerza estimada como 30 veces superior a la de la bomba atómica arrojada por Estados Unidos sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.
AFP