ANA PAIS
Cada mes le llega la factura de OSE por $ 130, pero en agosto subió a $ 1.117. Decidió no pagarla y consultar qué había sucedido. Entre oficina y oficina, empezó septiembre con una deuda de $ 1.253. Y tiene vecinos que ahora deben $ 70.000.
Plinio Chávez es uno de los propietarios en el complejo de viviendas CH 38 y CH 26 en el Cerrito de la Victoria, que esperan una respuesta del ente al incremento -en algunos casos exorbitante- de las facturas por consumo de agua.
Hace más de 30 años, cuando construyeron los complejos delimitados por las calles Juan Acosta, Cayambé, Joaquín Artigas y Cotopaxi, firmaron un contrato con OSE. Allí se estableció que cada una de las 177 casas tendría su propio contador, más allá del aparato "madre" que se colocó en el centro de la manzana, contó Chávez.
Después de presentarse y enviar cartas a OSE, Presidencia, la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua y Defensa del Consumidor, Chávez dijo que sólo les han explicado que los aumentos corresponden a una deuda del contador "madre".
"¿Cómo OSE puede tener un contador intermedio, que ningún vecino puede controlar, para cobrar cosas que ninguno consume?", dijo el vecino.
Según voceros del ente estatal, "hasta marzo o abril de este año el contador `madre` marcaba 400 metros cúbicos, lo cual era razonablemente similar a la sumatoria de los contadores `hijos`. Se hacía un prorrateo y cobraba a los ocupantes en función del mismo". Pero por esa fecha se detectó que el aparato estaba roto y al sustituirlo, empezó a medir 4.000 metros cúbicos, indicaron.
Fue entonces cuando hubo vecinos a los que el consumo les subió de $ 211 a $ 2.929 (ver foto). Una vecina incluso salió en un canal de televisión hace unos días mostrando una factura de unos $ 70.000.
Las fuentes de OSE negaron aumentos similares y dijeron que el único caso que tienen registrado de una deuda tan elevada es la de una mujer que no paga sus cuentas desde 2001.
De todos modos, desde OSE se informó que la diferencia entre el registro de consumo del contador "madre" y la suma de los "hijos" es muy grande como para que el ente se haga cargo. Si bien enviará técnicos para analizar dónde hay una presunta rotura en las redes del complejo, la responsabilidad de arreglarlo y de pagar el agua que corre es de los habitantes, aclararon. Mientras tanto, OSE se comprometió a no cortar el servicio. Aun así, la semana pasada los vecinos cortaron una calle y quemaron cubiertas. Reclaman que retiren ese contador central, de donde muchos están colgados, dijeron.