Con mucho calor, poca ropa y guerrilla de agua empezó el carnaval de La Pedrera. Menguó el público, pero no la alegría del festejo popular. Los controles se hicieron sentir desde los accesos al balneario rochense. La noche reunió a más de 15 mil personas en 15 horas de fiesta a lo largo de diez calles.
Al caer la tarde empiezan a llegar los primeros grupos en bandadas. Los preceden las risotadas y el bochinche. La mayoría, chicos y chicas, va con poca ropa. Hace mucho calor y la guerra de agua es bienvenida. Es virtualmente imposible entrar a la avenida principal de La Pedrera, escenario principal del corso popular, sin recibir al menos una bombita de agua.
"Se nota menos gente que el año pasado", fue el diagnóstico unánime tanto del alcalde Alcides Perdomo, como del director de Tránsito de la Intendencia de Rocha, Freddy Rodríguez.
Lo cierto es que desde varios kilómetros antes al ingreso del balneario ya comienzan a sentirse los controles de los puestos de Policía Caminera, inspectores municipales y Jefatura de Policía de Rocha. Según los datos que los propios responsables del operativo proporcionaron a El País, desde el viernes hasta ayer se llevaban: 17 motos incautadas; 1 auto; 2 trailers; se realizaron 310 inspecciones vehiculares; 340 espirometrías, y se aplicaron 64 multas por diferentes razones, desde exceso de alcohol hasta faltas de seguridad vial.
ALCOHOL.
Se convirtió en la mayor preocupación de esta celebración popular. Algunas escenas en medio del desfile de jóvenes daban la pauta:
-¿Qué me estás dando?
-Es agua.
-¿Agua? ¿Agua sola?
-Sí, agua. Es para que se refresquen chicos. Si ustedes se cuidan, disfrutamos todos.
-¡Naaaah, agua no! Decime que está cortada con algo.
Así ofrecían agua un grupo de "valientes" promotoras de la Junta Nacional de Drogas a los cientos de jóvenes que circulaban por la avenida principal con jarras o latas de cerveza, cajas de vino o una botella de plástico llena hasta la mitad con algún trago preparado.
"Y..., imaginate. Es difícil repartir agua acá, ¿no? Te dicen algunas bobadas pero te agarran el agua. La idea es dejarles un mensaje", dijo a El País una de las promotoras que se apartó para hablar mientras otra de sus dos compañeras terminaron rodeadas por un círculo de varones que gritaban: "¡alcohol, alcohol!". Unos segundos después el círculo se abrió entre carcajadas y los muchachos siguieron su camino.
El clima era de fiesta y descontrol, pero "con códigos", eso sí. "Es decir si estás acá sabés que te puedo mojar, bailarte, tirarte con un balde de agua y si me dejás... tocarte", explica de manera muy docente a El País uno de los jóvenes.
Pero algunos comerciantes de La Pedrera no tienen la misma opinión. "No se puede trabajar en estos días. Este es el segundo año que cerramos y cercamos. Es una locura. No hay forma de controlarlo porque esto nace de la gente. Para controlar esta movida hay que privatizarlo, pero si lo privatizás pierde su esencia. En esa disyuntiva estamos. El problema es que la gente se emborracha mucho y te termina meando en el frente del restaurante. Por eso cerramos", explica uno de los dueños del restaurante "Ay Candela", sobre la principal.
Otros comerciantes señalaron que preferían abrir y exponerse ya que hacían una caja excepcional. "Al menos este año vi más policías", apuntó uno de ellos.
Los vecinos también se mostraron satisfechos por las medidas de contención implementadas, tales como el vallado de las casas sobre la avenida. "La verdad, está bueno lo que hicieron. Para evitar ver como la gente se te metía al jardín a orinar, o a dormir o en grupos de chicos y chicas", dice la señora Martina, dueña de una de las casas sobre la avenida. Y así luce la mayoría de las viviendas de la avenida, desde donde empero, algunos participan de la guerra de agua. Hasta el local de la comisaría está cerrado.
Unas 40.000 personas en los dos primeros días del Carnaval de Melo
El sábado y el domingo pasado 40.000 personas -20.000 en cada jornada- presenciaron los desfiles del Carnaval de Melo 2013, que comenzó se extenderá hasta el sábado 16 de febrero. Calle Aparicio Saravia se ve repleta cada noche desde que comenzó la fiesta de momo en la capital arachana, con una fuerte influencia de los ritmos de Brasil.
El domingo la vedette Tina Ferreira conquistó el aplauso de los espectadores. Su destreza como bailarina, su simpatía y elegancia fueron el destaque de la noche melense. Tina Ferreira enseñará candombe en Melo durante todo este año, informó el intendente de Cerro Largo, Sergio Botana.
Cerro Largo cuenta con 25 agrupaciones locales, las que se han esforzado durante todo el año para brindar un espectáculo más profesional. Colorido, buenas vestimentas y ensayos casi un año es el trabajo que se ve.
Ayer estaba previsto que desfilara la paraguaya Larissa Riquelme y hoy Alexandra "La Sueca" Larsson.
La Asociación de Carnavaleros de Cerro Largo pone diariamente a la venta unas 600 sillas por un valor de $ 50.