Chance para escaladores en explanada de "Kibón"

Es como una enorme "U" invertida, o directamente, un arco. Está construido con madera texturada y "piedras" de poliéster y cerámica. En un punto de por sí visible y reconocible de Montevideo, como la zona de "Kibón", sobresale más por su tamaño y sus colores azul, verde, rojo, naranja y amarillo. Son los muros de exhibición levantados por el gimnasio "La Muralla" de escalada deportiva, que por tercera vez se instalan en ese sector de la rambla de Pocitos.

Pablo Turielle, "climbing coach" (entrenador de escalamiento) y dueño de ese gimnasio, único en el país, que funciona en el sótano de la Asociación Cristiana de Jóvenes, sostiene que la construcción en Kibón es "la pared de escalamiento en exhibición más alta que cualquiera de las que se haya levantado en América Latina". Para levantar la estructura, que llega a los veinte metros de altura, los propios estudiantes del gimnasio trabajaron arduamente durante las últimas dos semanas.

El domingo pasado fue el primer día. Está previsto que la "U" invertida adorne la rambla de Pocitos hasta el 10 de abril.

Si bien algunas actividades están reservadas al centenar de alumnos de escalada deportiva, estas paredes están disponibles de 16 a 22 horas para todos quienes se acerquen al Kibón donde siempre están presentes los docentes de "La Muralla".

La estructura tiene capacidad para admitir a 15 émulos de "Spiderman" al mismo tiempo. Aunque la idea original era de ofrecer "entrada" gratuita, los propios alumnos de "La Muralla", los mismos que colaboraron en levantar las paredes, decidieron "cobrar" un paquete de alimento no perecedero a todos los amateurs que quieran probar sus destrezas. "Estamos en trámite con la IMM para concretar eso; todo lo obtenido va a ser donado a comedores público", afirma Turielle.

Los materiales, la instalación y la iluminación (algo más de cinco mil dólares) corrieron por cuenta de "La Muralla". Pese a los esfuerzos de Turielle, los sponsors brillaron por su ausencia, hecho por el cual no oculta su disgusto. Luego, el orgullo aflora en el "climbing coach" cuando afirma que "esto lo bancaron los propios alumnos con el único objetivo de difundir la escalada deportiva".