Censo de instalaciones y acervo en 500 bibliotecas

| El MEC quiere conocer el estado de situación de las salas públicas, populares y privadas para elaborar políticas

Cuántos libros hay en las bibliotecas uruguayas? ¿Qué tipos de volúmenes son? ¿Cuántos usuarios los leen? ¿Qué necesidades de mantenimiento poseen los edificios?

Esos son algunos de los ejes del Censo Nacional de Bibliotecas que realiza el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Comenzó el 21 de agosto y se extenderá hasta el 21 de setiembre.

La tarea implica relevar a unas 500 bibliotecas públicas, privadas y populares que existen en Uruguay, explicó a El País Alejandra Erramuspe, del área de fortalecimiento institucional de la Dirección de Cultura del MEC. El registro excluye a las bibliotecas escolares y liceales.

Hasta ahora, lo que existe son directorios de bibliotecas con información muy básica como el nombre, la ubicación, el teléfono y el área en la que se especializa.

El censo apunta a profundizar más la información y definir nuevas políticas en la gestión de las bibliotecas, señaló Erramuspe.

"Además, estamos en proceso de confeccionar un sistema nacional de información de la cultura y este censo va a aportar insumos", añadió.

El MEC prevé tener un informe preliminar de los resultados del censo en noviembre, cuando se desarrollará un encuentro nacional de bibliotecas. Además, la información que se recabe servirá para elaborar el directorio de bibliotecas 2006, será difundida en publicaciones y también estará disponible al público en formato digital.

INFORMACIÓN. El censo apunta a llegar a la mayor cantidad de bibliotecas posibles. El MEC tomó como base el directorio ya existente y también un relevamiento sobre bibliotecas populares, que son las menos conocidas, según Erramuspe.

Cada biblioteca recibe por estos días un formulario de seis páginas junto a una carta firmada por el director de Cultura, Luis Mardones, y el director de la Biblioteca Nacional, Tomás de Mattos. Allí se les explica el objetivo del relevamiento y también se les pide que difundan el censo entre colegas y bibliotecas cercanas, ya que los directorios que existen son "incompletos".

El relevamiento divide a las bibliotecas por cinco regiones (noreste, litoral norte, litoral sur, este y sur) y por su forma de gestión.

El formulario consta de 90 preguntas, organizadas en seis capítulos. En primer lugar se busca saber si el local donde funciona la biblioteca es propio, prestado o alquilado, el horario en que están abiertas al público y cómo son financiados su presupuesto administrativo y la compra de libros.

También se realizan consultas sobre los recursos humanos y sobre el acervo. El estudio permitirá saber cuántos títulos y volúmenes hay y en qué estado se encuentran. Además de libros, se investiga el acervo de diapositivas, microfilms, videos, DVD, fotografías y cartografía.

Respecto a los usuarios, se indaga respecto a la cantidad de personas que concurren por día y por mes, el día de la semana que reciben más público y el porcentaje de visitantes que consultan en salas.

A nivel edilicio las preguntas van orientadas a conocer en profundidad cómo están las instalaciones, si hay problemas de humedad, si cuentan con extintores contra incendios y cómo es el sistema de seguridad.

El último capítulo está dirigido específicamente a conocer las necesidades en recursos humanos, acondicionamiento del local y de colecciones o de libros.

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