Helsinki - Brasil festejó su tricampeonato en el Mundial Sub-17 de fútbol de Finlandia 2003 al lograr el título con su victoria 1-0 ante España, en la final disputada hoy en Helsinki, mientras que Argentina se quedó con el tercer puesto tras derrotar a Colombia por 5-4 en la definición por penales.
Los brasileños heredaron el trofeo que había ganado Francia en la anterior edición de Trinidad y Tobago 2001 gracias a un solitario gol anotado por el defensor del Santos, Leonardo, a los 7 minutos de juego, en el césped sintético del estadio Töölö.
El equipo dirigido por Paqueta hizo respetar la lógica, ya que llegaba como favorito por una cuestión de historia, juego y experiencia. La "Seleçao" ya había sido bicampeona (Egipto-97 y Nueva Zelanda-99), pero además había cosechado un subcampeonato (Ecuador-95) y un tercer puesto en la primera edición de la competición, cuando el límite de edad era 16 años (China-85). Por lo tanto, con este tricampeonato los auriverdes marcaron su hegemonía en la categoría, superando a Ghana, que se anotó dos títulos (1991 y 1995).
Para España y particularmente para su entrenador Juan Santisteban se trata de la segunda vez que llega a la puerta del éxito y se queda del lado de afuera, después de la final que había perdido precisamente contra Ghana (1-0) en Italia-91.
La "Furia roja" empezó controlando el balón y, con fuerza, arrinconó a Brasil contra su propio arco en los primeros seis minutos, pero Leonardo a los siete dio la ventaja definitiva tras empujar una bola que había dado en el palo, luego de un disparo de Joao, el capitán de los jóvenes auriverdes.
Brasil imponía su magia y su samba ante una defensa española que parecía desorganizada e, incluso, cuando los de Santisteban atacaban con peligro los sudamericanos también se mostraban firmes y dispuestos a defender la mínima diferencia, suficiente para levantar la copa.
El catalán Cesc (fichó por el Arsenal), quien quedó como máximo artillero del torneo con cinco tantos junto con el colombiano Carlos Hidalgo y el portugués Manuel Curto, no pudo ser la carta del triunfo como en la semifinal ante Argentina (3-2).
Por su parte, el delantero del Corinthians Abuda, autor del doblete de la victoria ante Colombia en semifinales y que terminó con cuatro tantos en el torneo, estuvo a punto de estirar el marcador a los 15 con un disparo que pegó en el palo. Allí se dieron cuenta que podía definir el partido y desparramaron talento y magia, aunque la recompensa de un segundo gol no llegó.
En la segunda parte, los españoles alimentaron a su tridente Xisco, Cesc y Jurado y contaron con varias acciones de peligro, pero no pudieron batir al guardameta Bruno, fundamentalmente por falta de precisión en el tiro del final.
Con el pitazo final del holandés Eric Braamhaar, Brasil se alzó con su tricampeonato de la categoría juvenil, siguiendo los pasos de la Seleçao, pentacampeona en 2002. Así, agregaron una copa más a las cargadas vitrinas de la Confederación brasileña.
En el duelo por el tercer puesto, disputado en el mismo estadio pero en el primer turno, Argentina también hizo pesar su experiencia en una instancia que conocía muy bien, ya que era el cuarto partido por el bronce de su historia (3 en Italia-91, 3 en Ecuador-95 y 4 en Trinidad y Tobago), y superó a Colombia en la definición por penales (5-4), después de igualar 1-1 en un vibrante partido.
Los albicelestes abrieron el marcador por intermedio del delantero de Lanús Diego Lagos (4), mientras que los cafeteros empataron con el penal anotado por el atacante del Deportivo Pasto, Carlos Hidalgo.
De todos modos, Colombia se llevó el cuarto puesto, que significó su mejor actuación de la historia, tras superar el úndécimo escalón que consiguió en Japón-93.
AFP