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CON LOS HIJOS

Los ciclos de Marha: ¿Qué es lo que no necesita una familia? Miradas, opiniones y experiencias no solicitadas

En una nueva columna, la doula y educadora perinatal expone sobre aquellas actitudes y actos que pueden generar gran inseguridad, molestia o dolor a la familia recién nacida

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familia, recién nacido
¿Qué no necesita una familia? Miradas, opiniones y experiencias no solicitadas del entorno.
Foto: Pexels

Por Marha Scanu

Como en la columna anteriorhablamos de lo que no necesitan las infancias, vamos a aprovechar y esta vez hablaremos de lo que no necesitan los y las adultos y adultas que crían.

En primer lugar ninguna persona necesita que se le pregunte por su deseo de tener hijos, ni para cuando el hermanito si ya los tiene. No sabemos el proceso de la persona en cuanto a ese tema y puede ser que la pregunta cause incomodidad o dolor. Si existe la curiosidad es mejor esperar que la persona hable del tema espontáneamente.

Una mujer/pareja embarazada no necesita que le cuenten historias de nacimientos que dan miedo. Siempre es bueno hablar sobre nuestras incertidumbres, poner en palabras las preocupaciones, pero las experiencias de los nacimientos son todas distintas e intransferibles, entonces es mejor no generar más temor o ansiedad que la que ya existe en la mamá/pareja.

Una mujer embarazada o que recién tuvo a su bebé, no necesita opiniones acerca de su cuerpo. Recordemos que recae sobre las mujeres una gran presión social sobre lo estético de por sí, sumado a la historia personal de cada una, como para sumar a eso comentarios desafortunados.

Una familia que recién tuvo a su bebé no necesita opiniones acerca de su lactancia o de cómo alimenta a su bebé, ni de cómo y en donde duermen, ni de si el bebé pasa mucho en brazos o no. Todo se irá amoldando a medida que pasa el tiempo y se vayan conociendo más. Cada familia tiene el derecho de encontrar sus formas de hacer y ser.

No son necesarias las visitas inmediatas posparto. Sabemos que todos quieren conocer al nuevo integrante, pero hay una familia recién nacida que necesita un tiempo para recuperarse, conocerse y proteger al bebé. Las visitas que sí deben ocurrir son de personas muy cercanas que vayan a ayudar en las tareas del hogar, limpieza y acompañamiento a la mamá.

Una mamá o un papá que está acompañando un berrinche en un lugar público no necesita miradas y comentarios por lo bajo. Las desregulaciones son sanas y esperables en un niño que está aprendiendo de límites y emociones. Pero la mirada desaprobatoria de otros adultos no genera nada bueno en ninguno de los protagonistas del momento.

La mirada, las palabras o las experiencias, llegan a las nuevas familias sin ser solicitadas y aunque la mayoría de las veces la intención por detrás es buena, pueden llegar a generar gran inseguridad, molestia o dolor.

Cuidemos siempre a las familias recién nacidas.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA

Marha Scanu

Marha Scanu

Lic. en Comunicación, Educadora en primera infancia, Doula, Educadora perinatal.

Podés seguirla en Instagram como @losciclosdemarha

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