Frente al muelle se inauguró Café del Río, una propuesta que a las preparaciones de su carta suma también el alquiler de bicicletas, ideales para salir a conocer el centro histórico.
Con un encanto que seduce, este pintoresco poblado de poco más de 1.500 habitantes, invita a disfrutar de actividades náuticas, realizar cabalgatas o paseos en bicicleta y sumarse a recorridos que reflejan la historia del primer poblado estable de Uruguay.
A 45 kilómetros de Mercedes, Villa Soriano atrae con propuestas que rinden tributo a su historia.
Ahora hay una nueva excusa para visitar este paraje: Café del Río. Ubicado en la Estación Fluvial, frente al muelle, el predio conocido como exhotel Olivera tienta con su servicio y ubicación.
Licitación mediante, el matrimonio de Gabriela Neuschul Dauksas y Víctor Andrade se hizo cargo del establecimiento, un emprendimiento que bien puede considerarse familiar porque Belén, Renato y Fausto, sus tres hijos pequeños, también se animan a recibir a los visitantes.
La propuesta gastronómica de la casa es sencilla, pero permite que los locales den a conocer su producción, que incluye mermeladas caseras, tortas, pastel de manzana y pastelitos de membrillo, entre otros.
La cerveza artesanal Cabesas Bier, es otra de las tentaciones de la casa, que está abierta todos los días (excepto los miércoles) de 9:30 a 13:30 y de 17:30 a 23:40.
Otro acierto del local es complementar su propuesta de cafetería con el alquiler de bicicletas, ideales para salir a dar una vuelta por el centro poblado.
Los visitantes de Café del Río son bienvenidos y también invitados a conocer el emprendimiento Santo Domingo, una chacra ecológica donde el matrimonio que migró desde la capital construye utilizando métodos amigables con el ambiente y destinados a su conservación.
"Acá las bicicletas se dejan en la calle, los niños andan solos, sin miedos", precisó Neuschul, quien junto a su pareja tiene en el haber decenas de proyectos para revitalizar la localidad que los conquistó y los afincó fuera de Montevideo.

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