Hay quienes llevan el emprendedurismo en la sangre y crean proyectos comerciales desde muy jóvenes, como es el caso de la estadounidense Mikaila Ulmer, quien dirige una compañía productora de bebidas que gana millones, pero que comenzó su negocio con solo cuatro años en Austin, en Texas.
De niña sufrió una picadura de abeja en el cuello y eso la llevó a investigar sobre estos pequeños insectos y a decidir hacer algo para cuidar sus ecosistemas. La necesidad de buscar fondos para colaborar con la protección de las abejas fue su motivación para emprender con un puesto de limonada al que llamó BeeSweet Lemonade.
Instaló su primer stand en el Austin Lemonade Day y Acton Children’s Business Fair, un evento de su ciudad natal donde destacó con una receta de 1940 que heredó de su bisabuela Helen: jugo de limón exprimido, una pizca de menta, un toque de miel para endulzar y semillas de lino. Aquella preparación no solo le hizo ganar clientes en esa feria, sino que también la impulsó a convertirse tiempo después en empresaria y, a los 11 años, en millonaria, con una empresa que llamó Me & the Bees Lemonade.
Pasos para emprender
«Las abejas pican, y dan un poco de miedo, pero son parte importante de nuestro mundo. Aprendí que estaban muriendo a un ritmo alarmante, así que decidí salvarlas. Sin saberlo, estaba dando los tres primeros pasos más importantes para iniciar un negocio: identifiqué un problema, lo investigué y empecé a hacer algo que me apasionaba. Esos tres primeros pasos son fundamentales», subrayó la joven en 2020 cuando escribió el libro Bee Fearless, Dream Like a Kid, en el que cuenta la historia de su emprendimiento y su experiencia en los negocios.
En 2014, la empresa dio un gran giro cuando los supermercados Whole Foods le ofrecieron un acuerdo de US$ 11 millones para poder comercializar su limonada, ya entonces famosa en Texas, en distintas cadenas minoristas. Fue así como la bebida llegó a locales también en Oklahoma, Arkansas y Lousiana. Actualmente, la marca se vende en unas 6.000 tiendas de todo EE.UU. y ha agregado a su catálogo nuevos sabores como durazno, té helado, y menta y jengibre.
Además, recientemente la empresa sustituyó sus envases de plástico por latas. «Siempre nos hemos enorgullecido de nuestros ingredientes y sabores de calidad, pero también buscamos ser sustentables y mejorar toda nuestra cadena de suministro para hacer nuestra parte por el planeta», indica su página web corporativa.
Hoy en día, la joven, de 20 años, es la CEO de la compañía, mientras que su madre se desempeña como directora de marketing y su padre como director de operaciones.
Colaboración
Desde el inicio, la empresa colaboró con distintas organizaciones que ayudan a la protección de las abejas. Sin embargo, en 2016, la familia Ulmer decidió abrir su propia organización sin fines de lucro para apoyar esa causa. Así nació la Fundación Colmena Saludable, con la que fomentan la conservación de las abejas a través de la educación, la investigación y la protección de las colmenas, además de trabajar para inspirar a las personas en torno al «emprendedurismo social».
En 2021, Ulmer participó del programa televisivo Shark Tank, del canal ABC, donde emprendedores presentan sus proyectos en busca de inversión.
Donde llegó a un acuerdo con el empresario Daymond John para impulsar su floreciente negocio. Además, tiempo después la joven tuvo la oportunidad de servirle un vaso de su limonada al expresidente de EE.UU., Barack Obama, y su popularidad aumentó tanto, que varias empresas mostraron interés en la bebida. «No creo que haya un límite ni pautas específicas sobre quién puede ser emprendedor. La percepción es que hay una cierta raza, género o edad que debes tener si quieres triunfar o hacer crecer tu empresa, pero como muchos otros jóvenes emprendedores y empresas propiedad de afroamericanos estamos demostrando que ese no es el caso», expresó en aquella oportunidad la emprendedora.
En base a La Nación / GDA