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Hay muchos más datos, pero no tanto conocimiento

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Foto: Getty Images

OPINIÓN

Econuy es una plataforma de obtención, transformación, visualización y descarga de datos económicos de Uruguay de fuentes oficiales.

Es razonable que la enorme y creciente disponibilidad de datos de libre y fácil acceso, y la expansión de la digitalización y el acceso permanente a Internet, hayan democratizado el acceso a la información. Sin dudas lo han hecho, pero no es claro que ese proceso haya avanzado a igual velocidad para todos.

En lo que tiene que ver con datos económicos, cada vez hay más fuentes de datos y herramientas de extracción, procesamiento y visualización que facilitan el análisis de la realidad socioeconómica.

Sin embargo, este acceso no es aprovechado plenamente por todos aquellos interesados en el tema. En los hechos, existen enormes barreras entre la capacidad de interpretar la economía de aquellos formados en la disciplina y el resto de las personas.

Esto es lógico, pero existen herramientas para reducir esa brecha y acercar los avances en recolección y procesamiento de datos a un público más amplio y menos especializado. Quizás el proyecto más relevante en este sentido, aunque con un foco más amplio, es Our World in Data de la Universidad de Oxford, que se transformó en la fuente casi oficial de datos de COVID-19 en el mundo.

Como ese proyecto demuestra, la democratización de acceso a la información no implica solamente la disponibilidad de datos, sino que abarca un proceso más amplio que puede incluir documentación, facilidad de manipulación y comparación, interacción con varios formatos de datos, etc.

Aun así, a pesar de importantes avances en la forma de cálculo y presentación de la información estadística, todavía es común encontrar un mal uso de datos, que es más probable tenga que ver con ignorancia y no con maldad, como indica la navaja de Hanlon ("Nunca atribuyas a la maldad lo que se explica adecuadamente por la estupidez").

Por deformación profesional, me es más fácil identificar esas situaciones cuando se trata de datos económicos. Por ejemplo, existe un gráfico muy conocido que muestra la deuda externa de Uruguay medida en dólares desde 1999, identificando distintos períodos con los presidentes del momento. Este gráfico está entre los primeros que Google ofrece al buscar “deuda externa uruguay”.

El argumento implícito es que la duplicación de ese indicador en 2012 tuvo que ver con el gobierno de turno. ¿Es esa la medida adecuada? ¿No estaremos confundiendo conceptos?

Resulta que no es necesario hacerse esas preguntas, porque el aumento en la serie se explica por una modificación del cálculo de la deuda para incluir más sectores. Es decir, no hubo un aumento genuino de tal magnitud, sino que ahora se cuentan cosas que antes no se contaban Es decir, es posible que haya habido un aumento (o una caída) de la medida relevante del endeudamiento del país a causa de acciones del gobierno, que es lo que el gráfico pretende mostrar, pero sin dudas ese gráfico no puede demostrarlo.

Sin embargo, el ciudadano común tiene pocas herramientas para hacer frente a ese gráfico. No sabe a qué refieren los datos, y aunque supiera a qué refieren no sabe de dónde obtenerlos, y aunque supiera dónde obtenerlos no sabe cómo procesarlos, y aunque supiera procesarlos, no sabe cuál es la mejor forma de hacerlo.

Econuy es un proyecto que pretende ayudar en estas situaciones. Es una plataforma de obtención, transformación, visualización y descarga de datos económicos de Uruguay de fuentes oficiales, y procesados de manera transparente y previsible.

Su forma de uso principal para aquellos sin conocimiento de programación es su sitio web, disponible en econ.uy, que permite construir gráficos interactivos a partir de más de 80 sets de datos, aplicando distintas transformaciones y facilitando su descarga, además de un monitor permanentemente actualizado para seguir la economía uruguaya de cerca. Para aquellos más tecnológicos, tres líneas de código son suficientes para descargar todos los datos disponibles al momento.

Todo lo que el motor de econuy hace para extraer, procesar y disponibilizar esos datos es transparente, puesto que todo el código que lo compone es público, abierto y auditable. Esto asegura que los datos divulgados por las fuentes oficiales no son modificados, y que las transformaciones que están disponibles (convertir a dólares, convertir a términos reales, transformar a otras frecuencias, etc.) hacen lo que uno espera que hagan.

Sin dudas este no es el fin del tema ni pretende serlo, sino que es una herramienta más que pretende acercar la enorme cantidad de datos económicos disponibles a un mayor público, y hacerlo de forma transparente y a costo cero.

Afortunadamente, Uruguay cuenta con un Sistema Estadístico Nacional sólido, sobre el cual herramientas como econuy pueden funcionar fluidamente. Las instituciones que generan y divulgan la información son serias, respetadas por la enorme mayoría de la población y presentan cifras que rara vez son cuestionadas más allá de diferencias sobre criterios metodológicos. Aunque a esta altura suene repetitivo, esta es una característica que no todos los países tienen la suerte de tener.

(*) Columnista invitado. Gerente de Data Analytics en CPA Ferrere; creador de Econ.uy.

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