GABRIELA VAZ
Si es de los ciclistas que sufre pedaleando fatigosamente y ante una calle demasiado empinada prefiere bajarse y atravesarla caminando, seguramente un "mosquito" le vendrá como anillo al dedo.
Claro está que no se trata de un insecto, sino de un pequeño motor que se instala en cualquier bicicleta y permite trasladarse sin necesidad de pedaleo alguno. El mote de "mosquito" se lo ha ganado por el ruido que emite.
En los últimos meses, estas bicicletas motorizadas han comenzado a formar parte del paisaje urbano de la capital, provocando las primeras reacciones de las autoridades de tránsito, que debieron aclarar algunas reglamentaciones para la nueva forma de transporte.
No obstante, la libertad que gozaron los "mosquitos" ni bien salieron al mercado -recibiendo igual trato que las bicicletas comunes- fue uno de los principales motivos que encontraron sus compradores, en su mayoría jóvenes y adolescentes, para adquirirlos.
MOTORIZADOS. Los "mosquitos" tienen una cilindrada de 48 cc y su tanque lleva dos litros de combustible -mezcla de nafta y aceite- que rinden para unos 160 kilómetros; ecuación más que atractiva.
Actualmente, en el mercado se pueden adquirir tanto los motores solos como la bicicleta con el aparato ya instalado. En la tienda Play&Rec, los "mosquitos" -importados de China- tienen un precio de 196 dólares y, si el cliente desea pagar la instalación, tiene un costo de 19 dólares más. "Sólo puede colocarse en bicicletas de hombre, porque el tanque va colgado del caño recto que tienen los cuadrantes", explican en la sucursal del Shopping Tres Cruces.
Cuando se instala un "mosquito" en una bicicleta común es imprescindible reforzar los frenos, que obviamente no están construidos para soportar la velocidad que puede adquirir el birrodado con un motor. De hecho, los "mosquitos" pueden alcanzar hasta 45 kilómetros por hora. También vienen modelos de bicicleta con el motor puesto; este "paquete completo" se vende por 339 dólares en Play&Rec.
NUEVAS REGLAS. Alfonso tiene 15 años y cuando hace ocho meses descubrió la existencia de los "mosquitos", no lo dudó un segundo: eso era exactamente lo que él precisaba. "Yo usaba la bicicleta todos los días para ir y venir del colegio. Mis padres no me dejaban tener moto, aparte de que no puedo por la edad, y un amigo me mostró un "mosquito" que acababa de comprarse. No precisaba licencia, ni pagar patente", relata.
Tras la proliferación de bicicletas motorizadas, que sigue en aumento (tiendas consultadas confirmaron que algunos embarques se han vendido en apenas días), la División Tránsito y Transporte de la Intendencia de Montevideo salió a aclarar que los "mosquitos" deberán cumplir con las mismas normas que los ciclomotores. Eso significa que, al menos en la capital, deben empadronarse y contar con luces, espejo y frenos acorde. A su vez, el conductor debe tener una edad mínima de 16 años, libreta de conducir y usar casco.
Alfonso está al tanto de la reglamentación, pero por el momento no lo preocupa. "Cuando me lo compré no regía nada de eso y por ahora nadie me paró para pedirme libreta", confiesa.
Usa casco porque tiene claro que su seguridad es aún más vulnerable encima de una bicicleta motorizada, dice Alfonso. Pero explica que sólo la utiliza para andar "en la vuelta". "Lo máximo que recorrí son 4 kilómetros. Voy al colegio y ando en el barrio".
DIFERENCIAS. Una de las razones que esgrimió la comuna capitalina a la hora de regular estos vehículos es recordar que, con un motor puesto, la bicicleta pierde la característica que mejor la define, pues ya no es accionada exclusivamente por el esfuerzo muscular de quien la maneja.
Aunque traslade más rápidamente, también deja de ser una herramienta de ejercicio, buena para la salud. "Yo ya no pedaleo más", admite Alfonso, al tiempo que asegura que ponerle un motor a su bicicleta dio todo un giro a su rutina. "A mí me cambió pila. Yo hacía los dos kilómetros de mi casa al colegio todos los días y a veces, tan temprano, con el frío, era más duro. Ahora llego en cinco minutos".
Lo mismo opina Ralf, de 15 años, quien se compró uno y solo lo disfrutó cinco meses, hasta que se lo robaron. "Llegaba a todos lados rápido y sin cansarme o sudado. Andaba más que en bici porque me divertía. Quería una moto, pero como no podía, elegí la "mosquito". Luego me di cuenta de que, en realidad, es como una motito, sólo que va un poco más despacio".
Tanto para él como para sus amigos, los "mosquitos" se volvieron parte del paisaje urbano. "Al principio, cuando iba a cargar nafta, en la estación me preguntaban "qué era eso" que tenía en la bici. Ahora los conocen en todos lados", finaliza Alfonso.
Historia del sin pedaleo
Aunque resulte un poco difícil rastrear su origen exacto, es sabido que los motores de bicicletas datan de la década del 40. Por aquel entonces en Italia se comenzaron a conocer los cucciolo, pequeños motores de 48 cc y bajo consumo, perfectos para acoplar a los birrodados, que luego fueron masificados por la empresa Ducati.
Pero no fueron los únicos. Distintos modelos y marcas fueron contemporáneos de los cucciolo, entre ellos los motores del inventor italiano Adalberto Garelli, hoy por muchos considerado padre del actual "mosquito" ya que comparte varias características similares.
Otra opción que se ha puesto en boga en otros países son las bicicletas con motor eléctrico, que funcionan con baterías recargables de plomo, níquel o litio. Esta alternativa es más ecológica y menos ruidosa que los "mosquitos", pero también sensiblemente más costosa, por lo que ha sido difícil establecerla aún en lugares como Chile, donde los motores de bici son toda una solución para lidiar con el tránsito.
Justamente en el país andino, la ascendente proliferación de motores "mosquito" ha llevado a una polémica no sólo por la reglamentación de tráfico, sino también por la contaminación que generan. "Son bastante nocivos. El combustible que usan, que es mezcla, y el no contar con un sistema catalizador, genera mucha polución", dijo el vocero de una asociación de ciclistas chilenos a un diario de ese país.
URUGUAY. Por estos lares, la historia de los "mosquitos" resulta mucho más breve, pero aún así, desde que comenzaron a comercializarse están constituyendo todo un boom en el mercado.
"Entendemos se debe a que es un producto popular y muy accesible a una gran franja de la población que antes no tenía acceso a un medio de transporte propio", afirma Álvaro Gómez, de FENI S.R.L., importadora y distribuidora de motores Mosquito en todo el país. En la empresa recuerdan que la comuna de Montevideo solicita espejo izquierdo, luz blanca delantera y luz roja trasera para su empadronamiento, así como casco, licencia y 16 años mínimo al conductor.