Buenos Aires apunta a los turistas Vip

| La capital porteña estrenó un hyatt en el antiguo palacio Duhau, con habitaciones que cuestan hasta U$S 1.800 diarios. La propuesta se une a otras como la de faena y el "four seasons" para público de altísimo nivel

IGNACIO QUARTINO | BUENOS AIRES

El botones saluda y agradece la visita. La recepcionista también. Los diálogos son amables y están acompañados por música clásica acorde a la armonía del lugar. Por donde se la mire, la vida en el Hotel Hyatt de Buenos Aires, emplazado en el antiguo Palacio Duhau, es bella.

Ubicado sobre la coqueta Avenida Alvear, en pleno barrio Recoleta, este imponente emprendimiento hotelero con una inversión de 74 millones de dólares recobró el esplendor del Palacio Duhau, construido durante la belle epoque de los años 30 y que perteneció a una de las familias más ricas de la aristocracia porteña.

Después de cuatro años acompañados por una larga polémica que llegó al gobierno de esa ciudad -porque había declarado patrimonio histórico al edificio- el emprendimiento que consta de 23 suites de lujo y un corredor subterráneo devenido en un paseo que lo conecta a una torre contemporánea con 142 habitaciones, marca el crecimiento del turismo de lujo en Buenos Aires, que cuenta con hoteles de similares características y clubes privados dirigidos solamente al público VIP.

Para conocer el Palacio Duhau no es necesario reservar una habitación deluxe a un costo de 500 dólares la noche -la más barata que tiene- y en el que el desayuno no está incluido. Es posible conocer las instalaciones en visitas guiadas que se realizan tres veces al día, en las que se explican cuáles son los secretos de esta obra que conjuga vanguardia y clasicismo.

Los arquitectos del Estudio Leguizamón Ezcurra y Asociados fueron los responsables de reciclar y refaccionar el Palacio apostando a mantener su fachada original.

Su interior cuenta con restauraciones en los principales salones construidos en 1934. Sin embargo, también se agregaron varios detalles que no pasan inadvertidos como los nueve tipos de mármoles italianos, suelo París, cortinas de tela francesa, o el papel tapiz de seda holandés.

En el lobby de la Avenida Alvear, huéspedes y visitantes se topan de frente con La Ronda, una pintura del artista argentino Guillermo Roux, cuyos colores se complementan con espacios decorados de mármoles y maderas de roble trabajadas artesanalmente. Debajo de la pintura, una escalera conduce al restaurante Duhau, de gastronomía francesa. Se recomienda hacer una escala en la selecta vinoteca compuesta por 3.500 botellas. Cada una ellas están ubicadas en forma horizontal de modo que los clientes pueden observar sus etiquetas. El 80 % son nacionales y hay botellas que tienen un costo de 7.000 dólares.

Por debajo del restaurante se encuentra un corredor subterráneo de ocho metros de largo que une el Palacio con el moderno edificio. Ese pasaje comienza con una florería a la vista, donde el público puede observar cómo se realizan los arreglos de los centros de mesa de los diferentes salones.

Unos escalones más abajo está el Paseo del Arte, una pequeña exposición que poco tiene que envidiarle a un pasaje del museo Malba con esculturas y pinturas de artistas argentinos.

Ahí mismo está el acceso al spa del hotel llamado Ahin, que es como se denomina a un ritual mapuche para homenajear a los invitados. Cuenta con una superficie de 800 metros cuadrados, con una pileta climatizada de 25 metros de largo y una sala de aparatos importados de Italia. Por ese pasaje está el acceso a las salas de conferencias con equipos de última generación.

Por último, se encuentra el lobby de la calle Posadas que se destaca por su arquitectura contemporánea. Arriba se localizan la mayoría de las habitaciones (142 en 12 pisos) y un restaurante de cocina italiana. Vale la pena ubicarse cerca al ventanal que permite contemplar la espectacular silueta del Palacio.

El complejo cuenta con ocho categorías de habitaciones, que independientemente de su valor, tienen amplios y refinados escritorios con conexiones a Internet, 4 teléfonos y televisor de pantalla plana. Los baños y los ducheros son compartimentos separados, pero cuentan con los mismos revestimientos de mármol italiano. Un detalle: los amenities (los frasquitos de shampoo, cremas y lociones) fueron ideados por Celedonio, un reconocido arquitecto especializado en joyas.

Sobre el moderno edificio de Posadas los precios de los dormitorios oscilan entre 500 y 1.000 dólares la noche. Quienes deseen hospedarse en una de las 23 suites que posee el Palacio deberán desembolsar entre 1.800 y 5.000 dólares. La suite Duhau es la más exclusiva de todas. La misma cuenta con una superficie de 170 metros cuadrados y vidrios blindados.

COMPETENCIA. La inauguración del Palacio Duhau asoma como una fuerte competencia del Hotel Four Seasons, un edificio de 12 pisos y, aparte, una lujosa mansión con suites super exclusivas que mantiene el estilo francés que caracteriza a los grandes palacios de la Recoleta. A principios de año, las suites estuvieron ocupadas por los cuatro Rollings Stones y los integrantes de U2 durante las visitas que realizaron a Buenos Aires, donde gozaron con lujos de todo tipo. Dormir en la mansión presidencial, que tiene una superficie de 180 metros cuadrados, cuesta unos 3.500 dólares la noche.

En octubre, el británico Robbie Williams confirmó dos recitales en el estadio Monumental. ¿En cuál de los dos hoteles pasará la noche? ¿O preferirá la onda cool pero no menos exclusiva del Faena Hotel que alojó a Joaquín Sabina en su última estadía?

Buenos Aires se nutre de proyectos que logran captar turistas con alto poder adquisitivo. El gobierno local y los operadores están haciendo foco en ese público, con buenos resultados.

La habitación más barata cuesta U$S 500 sin desayuno, pero con el esplendor de la "belle epoque"

Clubes privados

Buenos Aires cada vez más cuenta con emprendimientos dirigidas a personajes VIP. Y como muestra basta un botón: Club 647, es un espacio ideado por dos ingleses que permiten el ingreso de gente importante a cambio de una membresía anual de 2.000 pesos argentinos (unos 660 dólares). Una vez desembolsada esa suma y que los propietarios acepten al nuevo integrante, éste podrá aprovechar los más de 500 metros cuadrados de este club que incluye un restaurante con una sofisticada carta de platos, una barra para disfrutar un trago, performance de prestigiosos DJ`s internacionales y suites para organizar fiestas privadas.

El socio debe pagar todo lo que se consuma, y puede llevar hasta tres invitados.

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