Un Houellebecq total y nervioso a la francesa

por José Siniscalco
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Nacido Michel Thomas en Saint Pierre, Isla de La Reunión, el 26 de febrero de 1958, y a pesar de tener una extensa carrera como poeta, novelista y ensayista, Michel Houellebecq saltó a la fama universal con la publicación de dos novelas, Sumisión de 2015 y Serotonina de 2019. Ahora, con la edición de su última novela, Aniquilación, de 2022, llega a la cúspide literaria mundial. Como autor se desarrolló en un ambiente político radical, sus padres eran militantes comunistas, al igual que su abuela paterna, con quien mantuvo una estrecha relación, y quien en definitiva lo crió cuando sus padres se divorciaron. Luego de un periodo tormentoso en el cual realizó distintos trabajos y estudios, ingresó a trabajar en la Asamblea Nacional como asistente administrativo en 1990.

En 1994 publica la narración Ampliación del campo de batalla, siendo uno de los libros más vendidos ese año. Lo mismo sucedió en 1998 cuando publicó su segunda novela, Las partículas elementales, premiada con el Prix November. Su tercera novela, Plataforma, lo consagró como uno de los mejores escritores franceses. Luego, varias polémicas. Le reprochaban, entre otras cosas, una visión amoral en las relaciones humanas. Uno de los autores más influyentes en su obra fue Louis-Ferdinand Céline, notable escritor francés exégeta del nazismo. A causa de la convulsión mediática que provocó se radicó en Irlanda y posteriormente en el sur de España, volviendo luego a París. Finalmente fue nombrado Caballero de la Legión de Honor, y ha sido galardonado con el premio Goncourt.

Incómodo. Ha sido acusado en forma reiterada de islamofóbico, xenófobo, racista, misógino o pornógrafo. En su novela Plataforma, el terrorismo y el islamismo ocupa un papel central, siendo un crítico radical de esta religión, lo que provocó que fuera denunciado judicialmente —y posteriormente absuelto—, por varias agrupaciones islamistas y de derechos humanos. La situación se repitió con la publicación de Sumisión, en la cual presenta la posibilidad de que un islamista acceda a la presidencia de Francia. La presentación de dicha novela coincidió con el atentado protagonizado por islamistas contra el semanario satírico francés, Charlie Hebdo, del 7 de enero de 2015, con un saldo de 12 personas fallecidas y otras 11 heridas. Los asaltantes se identificaron como pertenecientes a la agrupación terrorista Al Qaeda.

Es un narrador excepcional. Su última novela, Aniquilación, puede ser considerada como una de las mejores novelas publicadas en el siglo XXI. Se trata, en primer lugar, de un tratado complejo, completo, que abarca distintas especialidades o materias, con una profundidad de análisis exquisita y documentada. El personaje principal, Paul Raison, es un integrante del gabinete de Bruno Juge, Ministro de Economía y Finanzas y Ministro del presupuesto de Francia. Paul no se considera amigo del Ministro —y así lo afirma en un momento en la novela—, pero sí su mano derecha, confidente y asesor. Se especifican y analizan, así, todas las artimañas y los mecanismos del poder, tratándose de un verdadero estudio que bien podría analizarse en el contexto de la Ciencia Política.

Aniquilación también puede leerse como un tratado médico moderno, por la descripción de los padecimientos que debe soportar el personaje principal sobre el final de la obra, y que lo conduce a la muerte. También con las dolencias de su padre y su suegro. Es una visión médica, técnicamente impecable, de las enfermedades padecidas por estos personajes.

La novela también aborda las relaciones familiares y personales, con sus diferencias y particularidades. Por ejemplo la relación entre Paul y su esposa Prudence, o con su hermana Cecilia y su hermano Aurelien. También con su cuñado Herve y su cuñada Indy, con la amante de su hermano (Maryse), al igual que el vínculo que tiene con su propio padre. Además aparecen otros actores, compañeros de trabajo o incluso extraños, todo lo cual corporiza un tratado ejemplar sobre un ámbito espiritual y emocional de notable belleza y contundencia.

A pesar de su ámbito sombrío y oscuro, la novela puede también leerse como un canto esperanzador a la vida, abarcando todas las manifestaciones posibles, que son expuestas con absoluto esmero. Aniquilación es entonces una novela total, pues contiene los principales temas que acucian, amargan, preocupan o alegran a la humanidad.

Los detractores del autor, para atacarlo, se basan en sus comentarios radicales, de carácter a veces brutal. Son casi siempre acertados. Además del contenido, el cual ya es polémico por sí mismo, la forma en la que Houellebecq expone su razonamiento también ha provocado discrepancias entre sus críticos, lo que no ha pasado inadvertido.

Reencarnación. En la página 600 de Aniquilación, ya transitando el personaje principal y su esposa los últimos días de la enfermedad de Paul, éste le pregunta a Prudence, “¿Estarás preparada, querida mía?  Sin denotar sorpresa, ella se volvió hacia él, movió la cabeza y sonrió; fue una sonrisa extraña, y Paul sintió vértigo cuando ella dijo, en voz baja: ‘No te preocupes, mi amor, no tendrás que esperarme mucho tiempo’. Por un instante él se preguntó si deliraba; luego, de pronto, comprendió. Hacía mucho que no habían hablado de la reencarnación, pero Prudence debía de seguir creyendo en ella, incluso, creyendo más que nunca. Se acordaba perfectamente de la idea fundamental, tal como ella se la había resumido: en el momento de la muerte, su alma flotaría algún tiempo en el espacio indefinido y después se uniría a otro cuerpo.”

Como sucede en el filme Madre e hijo (1997) de Alexander Sokurov, cuando el hijo le promete a su madre moribunda que pronto se reunirá con ella, ¿acaso se aborda una eventual autoeliminación? A su vez el autor, en el epílogo que titula “Agradecimientos”, afirma que “Por azar, acabo de llegar a una conclusión positiva: es hora de que pare”. No se sabe qué significa. Solo cabe esperar y ver qué hace.

 ANIQUILACIÓN, de Michel Houellebecq. Anagrama, 2022, Buenos Aires, 605 págs. Traducido por Jaime Zulaika.