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Luis Jorge Boone y la violencia del norte de México

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Luis Jorge Boone

Novela sobre la destrucción de una comunidad

El protagonista es un niño, El Chaparro, que Luis Jorge Boone convierte en una metáfora de la violencia del norte, en la frontera con Estados Unidos.

La novela Toda la soledad del centro de la tierra del mexicano Luis Jorge Boone (Coahuila, 1977) se desarrolla en un pueblo imaginario del norte de México, y su protagonista, un niño llamado El Chaparro, es especialista en el juego de las escondidas, pues siempre es el último a quien sus amiguitos descubren (sabe “desaparecer” como nadie, lo que se convierte, en ese contexto de violencia, en una cruel metáfora). Decide abandonar el pueblo de su abuela —la abuela Librada, que lo crió— para buscar a sus padres que lo abandonaron de pequeño. Sale así a la carretera oscura, en una deriva que lo lleva hasta donde él cree que ellos están, el pueblo Los Arroyos. Una vez allí descubre que es otro pueblo vaciado a pura bala. Uno donde una vecina mayor, cansada de que usen el jardín de su casa cada noche para matanzas rituales —debiendo limpiar la sangre cada mañana— decide pintar todo de rojo y evitar así las molestias. Uno donde los adultos que quedan se preguntan, respecto a la vida, “¿Cuánta podemos entregar/ sin perderla toda/ y sin que sea para siempre?”

Hay novelas que, por más exquisita y maravillosa y armónica que sea su escritura, es imposible comprenderlas si no se sabe lo que ocurre en el lugar que las ocupa. Los exquisitos dirán respecto a este Boone, ¡Oh, es pura poesía!, y sí, lo es, pero olvidan que el origen de esta prosa son los 50 mil desaparecidos que la violencia provocó en México, una que en cada región o ciudad de tiene sus características pero nunca con la extrema brutalidad de los pequeños pueblos del norte, esa vastedad que se apoya contra la frontera de Estados Unidos, el viejo territorio comanche que sigue tan cruel y desértico y desesperado como siempre. Una zona donde es mejor no salir en auto de noche para evitar los retenes, sean del ejército, la policía o los malos disfrazados de militares o policías. De pueblos donde sólo quedan los ancianos, donde los malos entran y secuestran y acribillan las casas, para luego saquearlas (y “desaparecer” a sus habitantes). Donde es difícil caminar por sus calles tras una balacera sin tropezar con los casquillos de bala vacíos que se acumulan. Y la autoridad —si la hay— debe vivir al otro lado de la frontera para sobrevivir.

Es una novela corta que se lee de un tirón, cuyos personajes interpelan con fuerza desde sus miedos, carencias, sueños frustrados y dolor, uno que casi no logran expresar, tal es la aspereza que los rodea.

Llegaron 200 ejemplares de la novela a Uruguay. Corran.

TODA LA SOLEDAD DEL CENTRO DE LA TIERRA, de Luis Jorge Boone. Alfaguara, 2020. Buenos Aires, 172 págs.

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