Poéticas de Milán
El hip hop y el rap son significantes libres.
En 2010 Eminem saca Recovery. El horizonte parecía demarcado por la recesión económica. En Estados Unidos “nuestro hermano de color” en la Casa Blanca había revelado el cobre con su rescate bancario para impulsar la economía de 2008. Está latente todavía Occupy Wall Street. En 2010 Alejandro tiene 14 años. Pero seguimos compartiendo camino ida y vuelta al Lancaster, la escuela donde todas las mañanas lo llevo y lo voy a buscar. Apenas empezamos a volver la cabeza, Orfeo. Alejandro está en pleno hip-hop. Por él conocí a Eminem. Ya en 2011 homenajeé a Eminem en mi libro Desprendimiento. El hip hop y el rap son significantes libres en relación al significante trabado a la generación de sentido de la Poesía Concreta de Sao Paulo, por ejemplo. Pero en esos significantes libres a veces pinta un radical libre como Eminem, el “hermano de color” para sus compañeros de ritmo y poesía. No sólo me asombró el portentoso uso del significante en Eminem. También ese nombre, Recovery. Ese compacto no es el más radical de Eminem pero su nombre afirmó en mí la idea de algo en lo que asisto y medio vivo en ese momento: lo que para mí es una recoverización del mundo. En una “poética” como esta publico en 2014 la uto-distopía (utopía para unos, distopía para otros) siguiente: si dejáramos de hacer arte en ese momento la reelaboración de lo ya hecho nos alcanzaría para toda la vida de la especie y nos sobraría arte. Exageraba, tal vez. En toda poética hay algo de exageración: se explicitan los rasgos distintivos de un cierto o de ciertos modos de hacer que terminan formando constelación. La exageración se acercó peligrosamente al presente con lo que nos revela de perturbación la crisis humanitario-ecológica que mostró la pandemia: los días y los dedos se parecen más de lo que parecerían en una existencia equilibrada. Diría que vamos bien, Orfeo: ya estamos en constelación. También precisé la idea que ya traía luego de haber escuchado el concierto de Dylan recogido en At Budokan (1979): Dylan se autocoveriza notablemente.
En recoverizar hay una doble vuelta de tuerca que es una doble vuelta de cabeza: el cover ya es una vuelta. En términos de vuelta, recoverizar sería re-volver. Pero también Revolver (1966) como en los Beatles. Sin olvidar que ese creador que sería en el mito el “Buen Primero” (como en Trilce, 1922, de Vallejo) hace eso que Régis Bonvicino recuerda en su deslumbrante poesía reciente: “Deus devolve o revólver ” (2020).