Redacción El País
Un estudio de Harvard realizado durante más de 30 años y con la participación de más de 100.000 personas demostró que adoptar hábitos saludables puede aumentar la esperanza de vida en hasta 10 años libres de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores subrayron que el impacto de las elecciones diarias de estilo de vida es enorme: cada hábito saludable incorporado mejora la longevidad y la calidad de vida.
Incluso después de los 80 años, hacer cambios como dejar de fumar, comer mejor o moverse más ofrece beneficios concretos. Muchas personas mayores lograron mejorar su salud y aumentar sus probabilidades de llegar a los 100 años con vitalidad.
Los 8 hábitos saludables que alargan la vida, según Harvard
- No fumarEl tabaco es el factor más dañino para la salud. Fumar acelera el envejecimiento celular y multiplica el riesgo de cáncer, infartos y enfermedades respiratorias. Abandonarlo mejora la presión arterial de inmediato y reduce drásticamente el riesgo cardiovascular en pocos años.
- Hacer ejercicio regularmente. Al menos 30 minutos diarios de caminar, correr, nadar o andar en bicicleta reducen la mortalidad prematura. Los ejercicios de fuerza ayudan a conservar músculos y huesos, esenciales para una vejez activa.
Imagen: Easy Peasi AI. - Seguir una alimentación equilibrada. Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y pescado protege el corazón y el cerebro, además de reducir la inflamación y prevenir enfermedades crónicas.
- Mantener un peso saludable. El exceso de grasa abdominal está vinculado con diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardíacas. Perder incluso unos pocos kilos mejora notablemente los indicadores de salud.
- Reducir o eliminar el alcohol. El consumo excesivo aumenta el riesgo de cáncer, cirrosis y problemas cardiovasculares. Para muchos, la opción más segura es la abstinencia.
- Dormir entre 7 y 8 horas diarias. El sueño reparador regula hormonas, fortalece la memoria y protege el sistema inmune. Dormir mal se asocia con obesidad, depresión y trastornos metabólicos.
- Controlar el estrés y cuidar las relaciones sociales. El estrés crónico afecta cuerpo y mente. Prácticas como meditación, hobbies o compartir tiempo con amigos reducen sus efectos. Tener una red social sólida puede ser tan beneficioso como el ejercicio físico.
- Evitar drogas y sustancias nocivas. El uso indebido de opioides, esteroides y drogas recreativas daña órganos vitales y reduce la esperanza de vida. Sus efectos acumulativos deterioran la salud a largo plazo.