Redacción El País
Un estudio reciente reveló que una versión "más verde" de la clásica dieta mediterránea —conocida por sus múltiples beneficios en la salud y en particular por la prevención de enfermedades cardiovasculares— podría tener ventajas adicionales para la salud de quien la consume.
La dieta mediterránea verde promueve un incremento en el consumo de vegetales de hoja verde, respecto a la dieta original, que la componen frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, pescado, aceite de oliva, pequeñas cantidades de lácteos y vino tinto.
La investigación que estudió su incidencia en la salud involucró a 294 sujetos de estudio catalogados como sedentarios y con un índice de masa corporal que los califica como moderadamente obesos. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de tres grupos distintos para examinar los efectos de una variedad de consejos dietéticos que se les brindaba.
La dieta mediterránea, promocionada por ser rica en alimentos de origen vegetal y tener un consumo limitado de carnes rojas y lácteos, es una elección común entre quienes buscan mejorar su salud. Su versión verde, sin embargo, ha tomado este concepto un paso más allá. Cada uno de los participantes en los grupos de la dieta mediterránea fue incentivado a consumir aproximadamente un cuarto de taza de nueces diariamente. Además, se le recomendó a ambos grupos el consumo de aves y pescado, en lugar de carne de res y cordero.
El grupo sometido a la dieta mediterránea verde se diferenció más aún, puesto que se les instó a incluir de tres a cuatro tazas de té verde cada día y a integrar un batido diario que contenía lemna minor, o lenteja de agua, un vegetal acuático conocido por su alta densidad proteica.
Al cabo de medio año, el seguimiento reveló que aquellos en la dieta mediterránea verde habían obtenido los resultados más destacados en cuanto a parámetros de salud, superando a los individuos de los otros grupos. Los principales beneficios observados comprendían considerables disminuciones en el peso corporal y los niveles de colesterol. También se mostró una reducción sustancial en la presión arterial sistémica y valores menores de proteína C reactiva, un indicador inflamatorio asociado con un aumento en el riesgo de eventos cardiovasculares.
Los resultados de este estudio se publicaron en la revista médica "Heart" y abren el camino para futuras investigaciones, destacando el impacto positivo que un aporte vegetal más intensivo en la dieta podría tener para la salud cardiovascular y el organismo en general.
Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.