La psicopatía es tema de muchas discusiones actualmente, planteadas por casos policiales de la vida real y también por sus representaciones en películas y series famosas de la cultura pop. En el campo de investigación, científicos buscan entender aspectos que pueden diferenciar biológicamente a un psicópata, es decir, una persona diagnosticada con trastorno de personalidad antisocial.
En un estudio, publicado en la revista científica European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience, un equipo afirma haber encontrado características diferenciales en el cerebro de este grupo.
Con la ayuda de la resonancia magnética y de un cuestionario llamado la "Lista de Verificación de Psicopatía (PCL-R)", también llamada "Escala Hare", ellos analizaron a 39 psicópatas hombres en comparación con un grupo de control (formado por hombres que no presentan rasgos de psicopatía).
La Lista está hecha a partir de una combinación: una puntuación general, una puntuación que es del factor 1, la cual mide características interpersonales y emocionales, y una puntuación del factor 2 que mide comportamiento impulsivo y antisocial. Para el estudio, fueron seleccionados solamente aquellos que presentaron una puntuación alta en la combinación de las tres puntuaciones.
El trastorno de personalidad antisocial, como es llamado el diagnóstico clínico de la psicopatía, es descrito como un patrón de desprecio y la falta de respeto con los derechos de otras personas. En ese sentido, los psicópatas cometen actos ilegales, explotadores e imprudentes para ganancia personal o placer sin remordimientos.

Al examinar las imágenes de los cerebros, los científicos percibieron que había poca diferencia entre el grupo de control y aquellos con puntuaciones altas en el factor 1.
Por otro lado, aquellos que más se acercaron a puntuaciones altas en el factor 2 presentaron reducciones significativas en la parte de la protuberancia del tronco cerebral, en el tálamo, en los ganglios basales y en el córtex insular. Esas áreas, como informan los investigadores, son conocidas por su relevancia en el control conductual de un individuo.
Además, los hallazgos apuntan que el cerebro de los individuos con psicopatía es cerca de un 1,45% menor.
“La comparación entre los grupos reveló un volumen cerebral total significativamente reducido en individuos psicópatas en relación con los controles, mientras que focos regionales pronunciados de diferencias de volumen fueron encontrados solamente en el subículo derecho, sugiriendo un patrón interindividualmente variable de desviaciones estructurales en los cerebros de individuos psicópatas”, explican los autores del estudio.

Una limitación presentada por la investigación es el bajo número de individuos analizados. De esa forma, los investigadores pretenden continuar los estudios para comprender mejor los mecanismos detrás de las diferencias estructurales en el cerebro, si ellas son hereditarias o pueden estar ligadas a factores ambientales (como el ambiente en que la persona creció y traumas).
O Globo - GDA
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