SEBASTIÁN AUYANET
La saga de juegos de simulación musical despierta fanáticos en todo el mundo, resucita dinosaurios del rock y es una nueva vía de supervivencia para un negocio en estado de descomposición.
No es una novedad que, si no lo hizo ya, la venta de videojuegos superará en poco tiempo a la sumatoria de ingresos por la comercialización de discos y DVDs. Y no es fácil concluir que la nueva generación de juegos de desafío musical ha contribuido a esto. De la variedad de títulos ya existentes dentro de este nuevo género interactivo -World Tour, Rock Band, Pop Star Guitar, Wii Music y Ultimate band, entre otros- uno ha recaudado por sí solo mil seiscientos millones de dólares: el Guitar hero, que desde hace un buen tiempo ya está disponible en Uruguay.
Joystick mediante y acertando con exactitud los punteos y combinaciones de riffs se "tocan" clásicos del rock mundial. Se puede empezar con los Ramones o los Sex Pistols, probar Take me out de Franz Ferdinand y terminar con Steve Vai, Joe Satriani. Saltar de una cueva parecida al bar BJ a un estadio lleno de fans y retar a Joe Perry, de Aerosmith. Y finalmente enfrentarse a Slash, ex Guns n´ Roses y el equivalente al Rey Koopa del Mario Bros. en Guitar Hero: Legends of rock. Uno de los jefes de las seis cuerdas y el hombre a derrotar.
chau air guitar. A medio camino entre la costumbre compulsiva que empuja al ridículo a varios fanáticos del rock en entornos sociales y la ejecución propia de la guitarra, Guitar Hero surgió en noviembre de 2005 como un juego de simulación musical en el cual se puede jugar solo, contra un amigo o en cooperativa (es decir, alternando los puestos de primera guitarra y guitarra rítmica).
Cada botón es una cuerda y las palancas del joystick convencional funcionan como efectos de trémolo (notas sostenidas). Pero para fanáticos recargados, el juego original llegó con un joystick-guitarra que imita a la Gibson modelo SG que usa Angus Young, de AC DC, claro que sin cuerdas y con los botones ubicados sobre el puente.
Luego llegaron modelos más metaleros, más clásicos y en distintos colores: hoy ya se puede jugar con micrófono y batería electrónica. Y así, aquella escena de la película Perdidos en Tokio en la que Scarlett Johanson se parte de la risa viendo a un japonés jugando al Guitar Freaks -el juego de maquinitas en el que se basaron todas las versiones para consola- ya no tiene tanta gracia.
muertos vivos. Ponerse a la altura de los más grandes rockeros de la historia es lo que da sustento a la franquicia. Y debido a eso, una nueva ola de resurrecciones se pone a disposición de un público adolescente y hasta infantil al que muchos artistas con sus carreras en el CTI (o directamente desahuciadas) no llegarían ni por imposición paterna.
Uno de los casos más notorios es el de Poison. No sólo su guitarrista C. C. de Ville está inmortalizado en el juego, sino también Bret Michaels, cantante de la banda, junto al resto del grupo que un día rompió sus instrumentos en un programa de Ritmo de la Noche, para indignación de Marcelo Tinelli. "¡Soy buen guitarrista! Sucede que apesto en Guitar Hero, explica Daniels en uno de los videos promocionales del juego que se encuentran por Youtube. No es extraño que sonría tanto: Poison es el ejemplo de grupo que revive y consigue nuevos fans gracias a la franquicia, por no hablar de las regalías que tanto escasean en tiempos de piratería y escasa venta de discos.
El propio Slash contó a la revista Mojo sobre el día en que comprobó que su estrellato con los niños ya no tenía mucho que ver con los discos. "Llegué a casa de un amigo y su hijo de seis años le dijo `¡Papá! Es el de Guitar Hero!`. Después de estar un rato en su casa, volvió y le preguntó si yo era guitarrista de verdad".
En Estados Unidos, la masividad traducida en ventas, campeonatos y atención de las bandas (hoy todas suben su catálogo completo a internet para que se pueda jugar con sus canciones) obtuvo dos reacciones dentro del ambiente: la de los músicos que están contra el juego y la de los que son fanáticos. Virtuosos como John Mayer explican: "Este juego fue diseñado para llevar la experiencia de tocar guitarra a las masas sin que se esfuercen... lo hace fácil para gente sin talento que quiera fingir que son buenos".
La respuesta llegó rápido de parte de un columnista del diario Guardian llamado Steven Wells, quien en vez de responder a Mayer lo hizo hablándole a los fabricantes: "Señores constructores de guitarras: ¿cómo se supone que vamos a hacer música del siglo 21 con instrumentos del siglo 15? En vez de hacer las guitarras para videojuegos más complicadas o `realistas`, ustedes deberían volver a las guitarras `reales` algo más fácil de tocar. En otras palabras, más parecidas a las que se usan en Guitar Hero".
Pros y contras de la "guitarra-joystick" según los "violeros"
"Soy fanático de los juegos Guitar Hero. Me gusta que niños de once años me puedan derrotar en un juego porque eso me mantiene a raya. Competir yo con mi guitarra eléctrica y ellos con sus botones o lo que sea", explica Tom Morello, guitarrista de Rage Against The Machine y otro de los "jefes" a derrotar en Guitar Hero III. "Me recuerda a películas que veía de niño en las que habían verdaderas batallas de guitarras", explica y hace pensar en otra razón por la que los rockeros de los ochenta se pusieron tan de moda en este juego. En aquella época, las audiciones para entrar a bandas eran frecuentes. Precisamente Slash y C.C. DeVille, hoy estrellas del juego, se enfrentaron para conseguir un puesto en Poison en el año 1981, en un duelo que ganó DeVille.
En Uruguay, una buena cantidad de guitarristas aún no conocen el juego aunque sí tienen una opinión al respecto. Uno de ellos es Gabriel Brikman, de la banda de metal Radical que ha ganado dos premios Graffiti: "Como que me niego a tener la experiencia. Ahora, si tuviera el dinero no sé si pagaría por un dispositivo sin cuerdas ni trastes. Ver una Les Paul de plástico y con botones es medio chocante. Trivializar una escopeta para tirar tiros todavía. Un instrumento de percusión que se adapte como una batería puede funcionar porque el ejercicio que te demanda es similar. Sé que Aerosmith vendió más copias de Guitar Hero que sus últimos discos, pero eso los convierte más en proveedores de software que en compositores".