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Sobre Bonaldi y Los Que Iban Cantando

El comentario sobre el disco de Bonaldi intitulado Los Rinocerontes ha dado lugar a varios tipos de cartas o misivas, de parte de los lectores.

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Un lector estima conveniente refrescar la memoria acerca de quiénes fueron y qué hicieron Los Que Iban Cantando. Yo acato.

Por: Elbio Rodríguez Barilari

Están los que adoran a Bonaldi desde la época de Los Que Iban Cantando, y está todo bien. Los que atacan políticamente a Bonaldi por su posición crítica respecto a la administración del Frente Amplio, y pretenden descalificarlo por eso. A nadie se le ha ocurrido cuestionarlo en cuanto a su calidad artística. A los que valoran la dimensión artística de Bonaldi, qué les puedo decir… yo me cuento entre ellos, desde muy temprano, desde fines de los 70. Con respecto a los que le tiran pálidas al cantor por criticar a los gobiernos de Vázquez y de Mujica, lo único que les puedo decir es lo siguiente: ni siquiera hay que estar de acuerdo con Bonaldi para reconocerle el derecho y la libertad de criticar a esos gobiernos.

No hay por qué estar de acuerdo con él para entender que es IMPORTANTE para todos, para las libertades de todos, que un cantor lance sus dardos, libremente, hacia el actual oficialismo. NUNCA nadie dijo que los cantantes y murgas NO podían, o debían lanzar sus dardos contra los gobiernos blancos y colorados. Ni siquiera Pacheco Areco censuro a los cantantes. Para eso tuvieron que venir los milicos. Los gobiernos de Sanguinetti, Lacalle y Batlle aseguraron total libertad de expresión artística. Lo mismo que los de Vázquez y Mujica. En eso estamos todos de acuerdo, supongo. Entonces, que un cantante le diga a Tabaré Vázquez, "socialista de pacotilla", o que el mismo artista le espete a Mujica "guerrillero reblandecido" le hace bien a la libertad y a los propios criticados.

El artista tiene que ser retobado. O no es artista. Bonaldi dice lo que cree, no se autocensura, y habría que darle un sote solo por eso, no por el contenido de sus palabras, que cada uno sabe, cada uno opina lo que quiere, y allá cada uno con su conciencia. Además, el hecho de que Bonaldi este entonando la satírica, descarnada canción Todos Somos Tupamaros por todos lados y nadie, hasta ahora, lo haya censurado o presionado, es un buen síntoma, es un síntoma de salud social y política.

Un lector me dice que la gente esta medio olvidada de lo que fueron Los Que Iban Cantando, que por qué no trato de refrescar la memoria. Y lo haré, de memoria, acá no tengo los archivos sobre eso, se me quedaron en Uruguay. Hacia 1977, cuatro músicos, que arrancaron en el rock y pasaron luego a la canción popular, Jorge Bonaldi, Jorge Lazaroff, Jorge Galemire y Jorge Di Polito, más milonguero, todos Jorges, arrancaron con un show en el Teatro de los Pocitos. El nombre de Los Que Iban Cantando venía de un poema de Circe Maia musicalizado por Lazaroff. Eran cuatro solistas que colaboraban, no un grupo como tal.

Muy pronto, Galemire, más identificado con el rock, fue sustituido por un jovencito de barba, Luis Trochón. La formación con Lazaroff, Bonaldi, Di Polito y Trochón, todos tan distintos, fue atrayendo más y más gente, con sus planteos de música refinada, exigente, no panfletaria, etc. Di Polito se bajó del proyecto para dedicarse a la Arquitectura (donde esperaría como treinta años para que le terminaran el nuevo edificio del SODRE), quedando en su lugar el creativo guitarrista y arreglador Carlos Da Silveira, también eterno acompañante de Eduardo Darnauchans.

Recordados son los recitales de Los que Iban en Teatro Circular, y luego en todos los cantopopus habidos y por haber, Palacio Peñarol, Trouville, el grandioso Atenas y las giras por el interior y por la Argentina. Así como los dos discos colectivos y los distintos discos solistas de cada uno de ellos.

Cuando se separaron, Bonaldi se entregó de cuerpo y alma a la música infantil, que ya hacía con Canciones Para No Dormir La Siesta. Lazaroff, poderoso solista, se nos murió demasiado joven. El intransigente vanguardista, Trochón, sufrió una voltereta muy rara. Por su parte, Da Silveira, con Bernardo Aguerre como aparcero ideal, se dedicó más que nunca al Darno. De ahí viene Bonaldi, de ese manantial de música que fueron Los Que Iban… como los abrevió la gente, en la época más difícil de la historia reciente del país. Que conste.

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