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F.CASTILLO / D. FERREIRA

Los funcionarios del frigorífico PUL mantienen el piquete frente a la planta y la empresa advierte que está en riesgo la exportación de 111 toneladas de carne. En el puerto de Montevideo un conflicto afecta la operativa comercial exterior.

Una huelga y piquete de obreros en la planta frigorífica PUL de Melo que ayer se resolvió mantener y un conflicto de los choferes del transporte en el puerto de Montevideo amenazan entorpecer la actividad comercial con el exterior.

En Melo, en reclamo de mejoras salariales, los trabajadores de la planta cárnica iniciaron el lunes a medianoche un paro de actividades que incluye el bloqueo de los camiones que ingresan o salen del frigorífico con carne para exportación. Una asamblea decidió ayer continuar con las medidas, y esto encendió una luz de alerta en la empresa que ya inició acciones judiciales para permitir la circulación de camiones.

Desde el frigorífico se advirtió que lo que más preocupa es que a causa de estas medidas sindicales, en especial las trabas a la salida de carne, Uruguay no pueda cumplir con la cuota Hilton, que es un volumen de carne que el país se compromete a exportar anualmente.

El vicepresidente de PUL, Rodrigo Goñi, explicó a El País que el frigorífico debe embarcar 111 toneladas de carne para cumplir su cuota y destacó que si no las embarca esa planta no lo puede hacer otro frigorífico (se acostumbra a derivar la cuota a otras empresas cuando una no logra cumplirla) porque "no hay tiempo".

Según Goñi, ya "vencieron los plazos" para que las empresas puedan entregar sus cupos.

"Falta menos de un mes para el último embarque. Uruguay ha tenido siempre un alto grado de cumplimiento y si esta vez no lo hace supondrá un perjuicio comercial y económico para el país y genera un antecedente gravísimo", argumentó el empresario, quien volvió a tildar las medidas como "desproporcionadas" y aseguró que aún no entiende cuál es la raíz del conflicto.

Reclamo. El Sindicato de Obreros y Empleados del Frigorífico PUL (Soefp) anunció ayer en un comunicado que han intentado negociar con la directiva de la empresa desde el año 2007 pidiendo mejoras en condiciones laborales y en procura de un buen relacionamiento con quienes dirigen la empresa y con los mandos medios.

En una declaración tras la asamblea criticaron que no se respeten "los derechos a la sindicalización, a la libertad de expresión individual y colectiva".

Los funcionarios agregaron que la empresa "tiene diversas denuncias por persecución sindical y falta de negociación con los trabajadores".

Camioneros. Al problema en el PUL se le sumó otro conflicto, un paro de los camioneros del transporte de carga, que afectó la operativa del puerto de Montevideo. No obstante, el Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines (Sutcra) resolvió ayer reintegrarse al trabajo desde las 7 de la mañana de hoy miércoles, luego de cinco días de conflicto.

El presidente del Sutcra, Juan Llopart, indicó que la decisión se tomó para que los camioneros "no siguieran perdiendo jornales". Llopart descartó que esto implique un levantamiento del conflicto, ya que los trabajadores se mantendrán en asamblea permanente y amenazan con reiterar el paro en el puerto de Montevideo y extenderlo al puerto de Nueva Palmira (Colonia), si persiste el desacuerdo con los empresarios. La discusión entre las partes está estancada en torno a los reclamos del Sutcra.

Los camioneros pretenden alcanzar un convenio que durante su vigencia eleve el salario al valor de media canasta familiar (unos $ 20.000) por cumplir un horario de 8 horas durante 25 días al mes.

La Intergremial del Transporte Profesional de Carga (ITPC) considera que las aspiraciones salariales de los trabajadores son "inalcanzables".

El gerente de la ITPC, Humberto Perrone, señaló que desde noviembre, cuando comenzaron las negociaciones, los empresarios han planteado seis fórmulas salariales, y todas fueron descartadas. Lo mismo pasó con las dos propuestas del MTSS; la última establecía un ajuste de 17% para este año.

Perrone comentó que un aumento de ese calibre implicaría una suba del 5% o 6% en el precio de los fletes, lo que se trasladaría a los productos.

Ante la prolongación del conflicto, los transportistas dejaron de enviar camiones pero en el puerto llegó a haber una fila de 200 camiones trancados, dijo Perrone. La gremial solicitó ayer una entrevista con los ministerios de Trabajo y Economía, para analizar el tema.

En tanto, la Cámara de Comercio emitió una nota en la que plantea que el gobierno realice gestiones para "normalizar el comercio exterior".

"La pérdida o postergación de negocios que se genera paralizando totalmente la operativa comercial en el principal puerto, supera los US$ 30 millones diarios. A ello se suma una violación de la libertad de trabajo puesto que impiden que el resto de las personas involucradas directa o indirectamente en la operativa comercial, puedan realizar su trabajo en forma normal", acusó la gremial.