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BERNADETTE LAITANO

La educación online gana presencia en Uruguay. Varias Facultades de la Universidad de la República utilizan de manera obligatoria una plataforma virtual para evaluar a sus alumnos.

Roxana está en primer año de la Facultad de Medicina. A principio de año, ella y sus compañeros asistieron a una charla en la que les explicaron cómo funciona la plataforma EVA (Entorno Virtual de Aprendizaje). Allí pueden acceder a noticias de la facultad, a materiales de cursos o foros. Hasta ahora, nada diferente de la plataforma Moodle (una plataforma de software libre) que usaba la misma institución para comunicarse con sus alumnos.

Pero a diferencia de estudiantes de otras generaciones, Roxana y sus compañeros deben cursar la materia Habilidades Comunicacionales exclusivamente online, es decir, sin asistir a clases presenciales. "Tenemos un primer encuentro con el docente y a partir de ahí todo el año chateamos. Si tenemos dudas, le mandamos mails y contesta enseguida, pero es todo por la plataforma. A EVA entro todos los días, a cada rato, porque todas las novedades están ahí", cuenta.

EVA surgió como proyecto entre la Universidad de la República y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en 2008. Su "intención es aunar esfuerzos", explica Nancy Peré, Asesora Pedagógica del Departamento de Apoyo Técnico Administrativo (DATA), uno de los tres componentes básicos del proyecto que, además, comprende la difusión de la plataforma y la formación docente.

El emprendimiento se da en un contexto mundial atento al aporte del e-learning en la educación tradicional. El mes pasado, Bill Gates predijo que en cinco años la educación sería mayoritariamente online. Sus declaraciones conviven con estudios que comprueban que, en las pruebas de rendimiento académico, no hay diferencias significativas entre los alumnos virtuales y los presenciales.

latitud sur. Hasta la fecha, cada Facultad de la Udelar tenía su propia experiencia de enseñanza virtual. "Con el proyecto, lo que se intentó fue integrar todas esas experiencias a nivel central y darle una identidad de campus virtual a la Universidad, o sea, tener una misma forma de acceso, la misma interfaz gráfica, la misma forma de matriculación, los mismos recursos", informó Peré.

No todas las facultades se han acercado a la plataforma EVA. Y si lo hacen, esta aproximación aún es mínima. Matilde y Noelia, estudiantes del Centro de Diseño Industrial (CID) y de Ingeniería de los Alimentos, respectivamente, saben que existe EVA, pero no porque sus facultades la usen. En el caso del CID, todavía utiliza su propia plataforma de Google para subir material complementario.

La forma como cada facultad se apoye en EVA es autónoma. La plataforma permite ir desde clases exclusivamente presenciales, en las que el alumno debe asistir al salón y complementar la información con material que el docente "cuelga" en la plataforma, hasta clases exclusivamente online, como en el caso de los estudiantes de Medicina en Habilidades Comunicacionales. "Por ahora no hay una carrera que sea totalmente en EVA. Por ahora, son cursos", aclaró Peré.

Los materiales que permite subir van desde un archivo de texto hasta material audiovisual: "El docente es quien decide qué mostrarle a sus alumnos y busca los medios en EVA para hacerlo. La mayoría obviamente está pasando de una tradición presencial a una tradición virtual, y no todos están acostumbrados a la multiplicidad de medios que permite Internet hoy". Para atender esta necesidad, el proyecto ya comenzó a preparar a los docentes.

Como pedagoga, Peré señala que el e-learning y las clases presenciales son "formas complementarias de enseñanza". Desde el punto de vista del docente "puede ser una oportunidad para transformar una práctica profesional para mejorarla, ajustarla a las necesidades de los alumnos, para actualizarla. Esa es la gran oportunidad porque desde el punto de vista pedagógico de las herramientas, el modelo no cambia", señala.

Respecto a los estudiantes, quienes trabajan o viven en el interior son los primeros beneficiados. "Pero también es cierto que se dan otras necesidades porque no todos están acostumbrados a estudiar a través de Internet. Muchos usan las redes sociales, pero esto no quiere decir que estén acostumbrados a usar las tecnologías para estudiar y aprender, a comunicarse en términos académicos", reconoce la profesional.

En el DATA no se habla de un posible descongestionamiento de la Universidad o de ahorro de partidas.

También se rechaza la idea de la creación de una universidad virtual: "Me permite otras cosas, pero también implica esfuerzos, elaboración de materiales y publicación. Cambiás la distribución de los fondos", concluyó Peré.

15.894 son los usuarios registrados en la plataforma EVA, de la Universidad de la República, entre alumnos y docentes.

En la Universidad ORT es posible cursar un Master en Educación online. Su rector, Jorge Grunberg, señala que compararon el desempeño de alumnos virtuales y presenciales, y que fueron los mismos. Agrega que las carreras de grado siguen la tendencia internacional de "enseñanza híbrida": "Los cursos son presenciales, pero una parte del aprendizaje tiene lugar online". La Facultad de Humanidades de la Universidad de Montevideo analiza un proyecto para incorporar la educación virtual a la carrera. En tanto, la Escuela de Negocios del mismo centro exige a sus alumnos "asistir" a un curso introductorio virtual, mediante una plataforma web. La Universidad Católica, además, ofrece realizar cursos extracurriculares, en convenio con universidades extranjeras, bajo la modalidad online.