Cuando se postuló a presidente en 2006, Antanas Mockus obtuvo 1,26% de los votos. Ahora, a dos semanas de las elecciones, es uno de los candidatos más firmes y protagoniza una encarnizada campaña con el oficialista Juan Manuel Santos.
La carrera por la sucesión de Álvaro Uribe está en la recta final y el resultado en Colombia no se sabrá hasta el último minuto. El candidato del presidente tiene a su favor que Uribe tiene 68% de popularidad, aunque le juegan en contra algunas malas pisadas que dio durante la campaña, como la emisión de una publicidad con una voz que imita a la del presidente, algo que fue cuestionado por los colombianos. Pero ese no es el mayor escollo que enfrenta el antiguo ministro de Defensa. Su principal problema es su peor rival, Antanas Mockus.
Las tres encuestas que se realizaron en lo que va del mes otorgan, en promedio, 36,6% de los votos a Mockus y 34% a Santos. En tercer lugar se ubica Noemí Sanín. El panorama es muy distinto al de un mes atrás: el último sondeo de marzo vaticinaba un apoyo del 28,6% a Santos y 21,9% a Sanín. Mockus era tercero, con 11,4%.
"Creo que es posible ganar en primera vuelta", confió hace unos días el descendiente de lituanos al diario argentino La Nación. Su estrategia para enfrentar a Santos y lograr su objetivo -"adelantar un gran cambio cultural y educativo en Colombia que saque lo mejor de cada uno"- está en la idea de la legalidad: "Juan Manuel Santos habla de prosperidad democrática (…). Colombia debe ser primero un territorio de legalidad".
Antanas Mockus no es nuevo en política. Matemático y filósofo, en 1995 fue elegido alcalde de Bogotá y en 2001 nuevamente fue votado para ocupar el cargo que había dejado para competir por la presidencia. Antes de todo eso fue rector de la Universidad Nacional de Colombia, donde empezó a ser conocido: varios recuerdan la vez que se bajó los pantalones frente a los estudiantes en el Paraninfo, sólo para reclamar su atención.
Así, sus medidas continuaron llamando la atención: colocó mimos para ordenar el tránsito en Bogotá, instauró un "toque de queda masculino" para disminuir la criminalidad y hasta se mostró de manos atadas para evitar la tentación del "ojo por ojo" en la lucha contra las FARC. Su gestión fue reconocida internacionalmente, sobre todo su reducción de la criminalidad.
Junto con otros dos ex alcaldes exitosos, Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón, Mockus formó un grupo político, el Partido Verde, nacido de "los tres tenores". Según declaró el mismo Mockus al diario argentino La Nación, "haber podido aglutinar la experiencia demostrada, la capacidad de trabajo y el entusiasmo de Enrique Peñalosa y Lucho Garzón, ambos ex alcaldes de Bogotá, y que tengamos en la fórmula a Sergio Fajardo, ex alcalde de Medellín, le ha dado a nuestro proyecto político la fuerza, la credibilidad y la confianza que la ciudadanía necesita".
Los analistas dicen que Mockus es un hombre de hechos y no de palabras y ponen como ejemplo su gesto de devolver al Gobierno los cerca de US$ 2 millones que recibió para financiar su comunicación y que no utilizó.
EN CAMPAÑA. La estrategia comunicacional de Mockus es "un movimiento con vida propia", según dijo hace unos días. El mérito, dice, lo tienen los jóvenes: "Ellos han impulsado el uso de las redes sociales, que ha sido un vehículo de convocatoria y movilización social y ha reemplazado las viejas prácticas".
Con los canales ya armados, la tarea del político es llenarlos de contenido. "Tenemos la obligación de mantener informados, armados de material y de argumentos a los cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas", señaló cuando explicó su estrategia. En su sitio web oficial los lectores pueden acceder al "kit de campaña", una carpeta que tiene todo lo necesario "para convertirte en un líder de campaña": carteles para imprimir, agendas de eventos, publicidades para sitios web y hasta fichas para tomarle los datos a nuevos miembros del partido.
Pero más allá de las iniciativas creativas, la campaña se tensó entre los dos principales candidatos estos últimos días: tanto Mockus como Santos se declaran víctimas de una redada de desprestigio y denuncian una guerra sucia a través de amenazas, ataques en internet y falsos rumores.
A la filtración a medios de prensa sobre el estado de salud de Mockus, víctima de parkinson, siguieron rumores sobre su cercanía con el presidente venezolano Hugo Chávez, la idea de acabar con el Ejército y su intención de extraditar a Uribe.
También surgieron vallas publicitarias donde lo muestran como un político poco serio y afecto a los movimientos rebeldes y llegaron al candidato amenazas de muerte a través de la página de Facebook "Me comprometo a matar a Antanas Mockus antes del 30 de mayo".
Jorge Arango, analista colombiano, asocia la estrategia de desprestigio contra Mockus con el polémico asesor venezolano Juan José Rendón, denominado por algunos como el "maestro de la propaganda negra", uno de los principales asesores de Santos.
"Ante el crecimiento de Mockus en las encuestas, a Santos no le quedaba camino diferente que dedicarse a la guerra sucia, especie de lucha libre en la cual todo vale: calumnias, insultos, mentiras", dijo Arango.
Santos lo desmiente y también se declara víctima de la guerra sucia. "Hasta del fenómeno de `El Niño` me responsabilizan y dicen que es mi culpa todo lo malo que sale contra otros candidatos", dijo esta semana a radio Caracol.
En el extremo de esta "guerra de rumores" en su contra, el oficialista creó en su sitio web un "muro de la vergüenza" para que sus electores "puedan denunciar casos concretos de propaganda negra". EN BASE A AFP, EL TIEMPO / GDA Y LA NACIÓN / GDA