Frialdad empresarial ante medidas

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L. BALDOMIR Y S. CABRERA

Previendo una fuerte desaceleración del crecimiento de la economía para el próximo año, el gobierno anunció ayer una batería de medidas para aliviar los efectos de la crisis, que fueron recibidas con frialdad por buena parte del empresariado.

Sin entrar en el detalle, el ministro de Economía, Álvaro García, delineó ayer en el foro de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas unas 30 medidas (ver ilustración) para impulsar la inversión, evitar un parate de las exportaciones y garantizar el ingreso de fondos a la caja del Estado.

Entre ellas figuran mayores beneficios fiscales a los proyectos de inversión que se concreten en 2009, líneas de crédito para exportación e inversión del Banco Interamericano de Desarrollo y el República y facilitación del acceso al crédito para pequeñas empresas a través de un fondo de garantía. Además hay facilidades para el crédito hipotecario, beneficios para turistas y ajustes diferenciales para los sectores productivos en las tarifas.

Aún no está definido cuándo comenzarán a regir ni durante qué plazo. Tampoco está claro cuál será el costo de las medidas. Pero con esto, el equipo económico considera que se logrará asegurar la "estabilidad económica", se "amortiguará el shock externo" y se podrá "consolidar la mejora de indicadores sociales", dijo García.

Para mantener los niveles de inversión -que consideran será junto al consumo los motores del crecimiento del producto en 2009 (ver nota en A7)- se promoverá la participación del sector privado en obras de infraestructura tales como la segunda terminal de contenedores, aeropuertos en Rivera, Salto y Colonia y la planta de regasificación.

Además para todas las inversiones que se ejecuten en 2009 habrá una exoneración del pago de IRAE 20% mayor a la prevista originalmente en la Ley de Inversiones.

Con el fin de captar capitales del exterior, se promoverán las actividades de la industria automotriz, electrónica y naval, intensivas en mano de obra y a las que también exonerará de IRAE, anunció García.

El equipo económico anunció que se abrirá una línea de crédito de US$ 125 millones que se negoció con el Banco Interamericano de Desarrollo para financiar proyectos de inversión a la que se suman otros US$ 200 millones que habilitará el Banco República con el mismo destino previendo una restricción en el crédito.

En cuanto a los exportadores el ministro de Economía dijo que la política fiscal "ya contempla medidas para enfrentar la contracción de la demanda externa". Pese a ello, anunció como "medidas de apoyo" el incremento de la tasa de prefinanciación de exportaciones para el plazo de 180 días pasando de 1,78% a 2,78% hasta diciembre de 2009.

También se extenderá el plazo para el cumplimiento de los regímenes de importaciones en admisión temporaria y prefinanciación de exportaciones, algo que había sido reclamado por la Unión de Exportadores.

Además se creará un Fondo de Garantía para exportaciones a países emergentes o de riesgo por US$ 20 millones.

Para el sector de la vestimenta y textil -de los más afectados por la crisis junto al sector lechero- García anunció que se mantendrán las tasas preferenciales de prefinanciación de exportaciones hasta diciembre de 2009.

Por otra parte, los certificados de devolución de impuestos a exportadores que ya sean exigibles podrán ser canjeados en el Banco República por efectivo. Esa medida abarca unos US$ 100 millones -que igual no representan un costo para el Estado- que implican una "inyección de liquidez para los exportadores", dijo García.

CRíTICAS. Antes de comenzar a enumerar las medidas, el ministro de Economía se atajó de las posibles críticas del empresariado diciendo que "no hay márgenes para aumentar gastos o reducir impuestos en forma generalizada" y que actuar en esa dirección "implicaría aceptar elevados riesgos en materia de estabilidad macroeconómica".

García contestó a quienes lo criticaron por demorarse en la puesta en marcha de las medidas diciendo que "no ha habido inacción, sino que no fue necesario tomar medidas" y dijo que en 2009 la meta será reorientar el gasto público, preservar los ingresos del Estado (ver nota aparte) y apoyar al sector productivo.

Aún así, la mayoría de los empresarios presentes en el evento se fueron disconformes con los anuncios.

Uno de los más críticos fue el presidente de la Cámara de Industria, Diego Balestra, quien sostuvo que las medidas "van en una línea donde no hay un apoyo muy franco al sector productivo, sí al sector exportador, lo cual nos parece muy bien. Pero no fueron contempladas muchas de las medidas que planteamos nosotros".

El titular de la Federación Rural, Octacilio Echenagusía, tampoco se fue conforme porque considera que las medidas para aliviar el impacto de la crisis en el agro pueden llegar "tarde".

Arnaldo Castro, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, se mostró escéptico: "Hubo mucha gráfica, pero nada removedor. Ni siquiera medidas temporales. Uruguay tiene una oportunidad ahora en el concierto mundial, porque los de la región está con problemas de financiamiento inmediato y corto plazo. Uruguay no lo tiene".

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